El gran rey Uther destierra a su hijo Arthur, quien rescata a un niño moribundo llamado Derfel. Arthur confía Derfel a Merlín y Nimue. Años más tarde, Uther tiene un nuevo heredero, pero Merlín tiene una visión oscura para el futuro.

Una muerte prematura lleva a Merlín a localizar a Arthur e instarlo a regresar a Gran Bretaña; El caos sobreviene cuando Gundleus ataca a Avalon.

Arthur toma prisionero a Gundleus. Nimue lucha con el trauma de su violación y planea matar a Gundleus. Arthur se entera de que el tío de Gundleus, Gorfydd, se está preparando para la guerra. Nimue intenta involucrar a Derfel en sus planes, pero Derfel no puede traicionar a Arthur.

A Arturo se le complican las negociaciones, pero encuentra fuerza inesperada en una vieja reliquia de su pasado. Derfel se ve implicado en el plan de Owain. Merlín hace una visita a Arturo.

Derfel no se siente cómodo con el ataque a la mina, que Owain mantiene en secreto. Nimue decide poner fin a su embarazo y Merlín la asiste. Tristan llega reclamando retribución.

Merlín proclama a Arturo regidor de Britania y empiezan las negociaciones de paz con los reyes tribales. Pero la propuesta de casarse con la hija de Gorfydd no gusta en Powys, así que Arturo y Derfel viajan hasta allí para convencer a la princesa.

Arturo se reúne en secreto con Ginebra antes del partir a Caer Cadarn para casarse con la princesa Ceinwyn. Derfel se siente atormentado por su pasado. El pacto con Gorfydd corre peligro.

Derfel y Morgana llevan el cuerpo de Bedwin a Arturo. Ceinwyn revela que Gorfydd se está aliando con los sajones. Derfel descubre la verdad detrás de la muerte de los cristianos.

Derfel encuentra a Nimue dentro de la isla de los muertos. Sintiéndose culpable por el trato que se ha visto forzado a cerrar con los sajones, Arturo jura luchar por salvar a Britania.