Al volver de la guerra, Jan descubre que los pobres y enfermos de su pueblo fueron exiliados a un bosque. El alguacil Baru desentraña la corrupción del alcalde Coffijn.

Héloïse conoce a un pretendiente. Coffijn se opone a los esfuerzos de Baru por reformar la Guardia citadina. Jan le informa a la familia Embo sobre la muerte de Emiel.

Tincke rescata a Jan de unos cazarrecompensas, pero descubre que su cabeza tiene un precio. Coffijn involucra a socios en su plan de construcción de carreteras.

Los ladrones descubren el valioso cargamento que robaron en la redada al carruaje, pero el incidente desata violentas consecuencias que ni Baru puede prevenir.

Baru recibe información valiosa de su espía, Anne-Marie. Héloïse huye con Jan, y su padre queda desconsolado. Simón de Hierro le hace una oferta a Tincke.

Tras enterarse de la verdad sobre su hermano, Héloïse vuelve a casa. Simón de Hierro quiere atrapar a Tincke cueste lo que cueste. Jan idea un audaz cambio de rumbo.

Baru se convierte en concejal y recibe en su nuevo hogar a Anne-Marie y a su hermana. Tincke planea liberar a Jan. Héloïse se prepara para casarse con Nicolaï.

Un año más tarde, Tincke, afligido, dirige un club nocturno, Coffijn lanza un ambicioso proyecto y el pueblo se prepara para una procesión sagrada.

Un milagroso regreso precede al cumplimiento de una maldición. La madre de Nicolaï descubre por qué Héloïse no está embarazada. Anne-Marie paga una deuda.

Los ladrones celebran su buena fortuna. Benoît Van Gelderhode jura vengarse de Nicolaï. Baru sucede a Coffijn y obliga a Anne-Marie a tomar una decisión.