Modernidad asiática
Millenium Mambo es básicamente la modernidad y contemporaneidad cinematográfica mal entendida.
Con un lenguaje visual pretencioso, totalmente anárquico, lleno de planos desenfocados y movimientos de cámara erráticos, el ritmo es soporífero.
Cabría esperar entonces que el guión aportara riqueza al trabajo final, pero resulta que la cinta está llena de redundancias y déjà vus.
La banda sonora es insufrible la primera hora de metraje, con la música máquina como apoyo argumental. Y el "original" recurso del tabaco perpetuo es irritante.
Lo único realmente interesante es la enfermiza obsesión de un novio celoso y maltratador que controla a la protagonista, incluso oliendo su cuerpo para saber dónde y con quién ha estado.
Todo lo demás es como un bucle sin sentido y sin mensaje.