El chamán Yoh Asakura y Manta, su nuevo compañero de clase, se preparan para plantarle cara a un temible matón con la ayuda del fantasma de un samurái legendario.

Yoh y Manta se topan con el chamán Ren, que no muestra piedad durante una pelea con un macarra. Yoh, furioso con Ren por abusar así de sus poderes, se enfrenta a él.

Anna habla con Yoh sobre el nuevo torneo para coronar al próximo rey de los chamanes. Jun, la hermana de Ren, reta a Yoh a un combate... cuyo premio es Amidamaru.

Tras apoderarse de Ryu, Tokageroh toma como rehén a Manta. Yoh y Amidamaru luchan contra él, pero están en desventaja ya que Tokageroh posee la espada Harusame.

Silver, uno de los sacerdotes de la tribu Pache, desata sus cinco espíritus animales contra Yoh para averiguar si es digno de participar en el Torneo de los Chamanes.

Yoh, que ha aprobado para entrar en el torneo, se enfrenta a su primer oponente, Horohoro de Hokkaido: un orgulloso chamán ainu que puede manipular el hielo y la nieve.

Fausto VIII, un nigromante capaz de manipular a los muertos, enfurece a Yoh cuando usa a Manta para poner en práctica sus sádicos experimentos antes del combate.

Con Ren como su próximo oponente, Yoh se distancia de Manta para garantizar la seguridad de su amigo. Después, Yoh regresa a Izumo para seguir con su entrenamiento.

Comienza la última batalla de los preliminares. Los grandes rivales Yoh y Ren luchan con todas sus fuerzas, ¿pero quién conseguirá pasar al combate principal del torneo?

Ren vuelve a China para encargarse de un asunto pendiente. Los hermanos monjes les tienden una emboscada a Yoh y Tamao, pero una cara conocida acude al rescate.

De vuelta en casa, un Ren encarcelado jura derrotar a su padre tras perder ante él en un combate. Mientras tanto, Yoh y los demás ponen rumbo a China para rescatar a Ren.

Ren y sus aliados se dirigen hacia donde está En. Puede que el jefe de la familia Tao sea un enemigo formidable, pero Yoh y compañía no se van a rendir fácilmente.

El grupo de Yoh conoce al autoproclamado futuro rey. Los participantes del combate principal se suben a un avión, sin saber que su primer reto está a punto de empezar.

Mientras Yoh y los demás se preparan para viajar a un pueblo que fue una vez una aldea Pache, aparece Lyserg, un experto en radiestesia, y les pide unirse a su grupo.

Yohmei le pide a Anna que le lleve un antiguo libro que pertenecía a la familia Asakura a Yoh en Estados Unidos. Kororo, la guardiana de HoroHoro, desaparece.

Yoh y compañía, que salen en busca de respuestas, llegan a la ancestral aldea Pache, en donde se ven asediados por los seguidores de Hao.

Al enfrentarse a Boris, Ryu desata un nuevo poder adquirido durante su entrenamiento con Yohmei, el abuelo de Yoh. Una persona inesperada aparece delante de Manta y Anna.

El grupo de Yoh llega a la aldea Pache, en donde encuentra al Gran Espíritu y descubre el propósito del Torneo de Chamanes. Un alegre chamán se une al grupo.

Mientras buscan a Lyserg, Yoh y sus amigos deben hacer frente a Fausto, que les hace una oferta sorprendente. El Torneo de Chamanes está listo para empezar por fin.

El equipo Ren se enfrenta a los lacayos de Hao, el equipo Tsuchi‑gumi. Joco rememora su pasado con cierta persona tras verse acorralado en una situación desesperada.

Empieza el segundo Torneo de Chamanes con X‑I de los Soldados X contra el equipo Nilo de Egipto. Pero el nuevo miembro de X-I es alguien que el grupo de Yoh conoce bien.

El equipo Baños Termales Funbari comienza su primer combate contra el equipo Hielo. Yoh jura que los derrotará con un solo ataque gracias al ultra senji ryakketsu.

Sobrepasado por el nuevo Over Soul de Fausto, el equipo Hielo se desmorona ante la presión y, luego, lanza un contraataque bajo cero cuando el combate se acerca al final.

Yoh se reúne con Lyserg para hablar, pero unos individuos escondidos intervienen. Finalmente, X‑III, el equipo de Soldados X, se enfrenta a Hoshi‑gumi, el equipo de Hao.

Yoh ve con impotencia cómo el equipo X‑III pelea contra Hao, que revela el secreto de su nacimiento y su historia milenaria con la familia Asakura.

La revelación sobre Hao deja atónitos a los amigos de Yoh. Luego, un misterioso hombre enmascarado aparece ante el equipo Ren con una oferta para hacerlos más fuertes.

Ren adquiere más poder tras luchar contra un fuerte oponente. Mientras el Torneo de Chamanes continúa, los seguidores de Hao ponen sus miras en equipos fuera del ring.

Horohoro y Joco tratan de escapar de Peyote Díaz (el seguidor de Hao) junto con un Ren herido, pero Yoh aparece de repente. Entre tanto, Anna pasa a la acción.

Mientras Anna ayuda a los compañeros de equipo de Mikihisa a llegar a su Torneo de Chamanes, el combate de Tamao y Jun contra el equipo Hana-gumi de Hao se intensifica.

Yoh acepta las condiciones de Jeanne como pago por curar a Ren, lo que deja perplejos a sus amigos. Anna recuerda cuando conoció a Yoh por primera vez hace cinco años.

Yoh trata de entender a su prometida, que sigue rechazándole a él... y a su conexión con el demonio que está atacando la ciudad. El pasado de Matamune sale a la luz.

Poco a poco, Anna y Yoh estrechan su vínculo mientras visitan el santuario juntos en Año Nuevo. Pero los poderes de Anna desencadenan una peligrosa situación.

Yoh y Matamune llegan al monte Osore para rescatar a Anna del enorme demonio nacido en los corazones de la gente... pero Yoh solo tiene una oportunidad para salvarla.

Yoh renuncia a ser el rey de los chamanes. Ryu y Manta observan la exitosa resurrección de Ren a manos de Jeanne, que tiene un inesperado y poderoso efecto secundario.

Horohoro termina el combate con el equipo de Blocken. Lyserg lleva a un Horohoro herido al equipo de Yoh cuando Peyote ataca con la intención de matar.

Ludsev y Seyram, los compañeros de equipo de Mikisiha, quieren vengarse de la persona que asesinó a su padre. Pero Yoh interviene antes de que sea demasiado tarde.

El nuevo usuario del Gólem siembra el caos mientras Ren, Ludsev y los demás idean un plan para tratar de que recupere la razón. Hao tiene una misión para Opacho.

Opacho aparece con un mensaje para Yoh: si no vuelve al Torneo de Chamanes, el maestro Hao destruirá al Golem y a los niños. ¿Qué decidirá Yoh?

La lucha entre Yoh y los Soldados X por volver al Torneo de Chamanes llega a su fin cuando Luchist Lasso y Jeanne entran en liza. Yoh revela un plan para vencer a Hao.

Llega la fase final del Torneo de Chamanes, y el equipo Ren libra un feroz combate contra unos oponentes, capaces de neutralizar el Over Soul de una persona.

Horohoro consigue la victoria para el equipo Ren, así que su próximo rival será el equipo Baños Termales de Funbari. Un grupo sospechoso aborda a Yoh y sus compañeros.

Yoh, que sigue en el infierno, lucha utilizando su nuevo poder. El Torneo de Chamanes se complica, y al equipo de Yoh le aguarda una prueba sin precedentes.

Marco y los demás resisten como pueden el ataque de Hao para mantener a Jeanne a salvo. El enfrentamiento de Hao con los Soldados X provoca una crisis inesperada.

Los lacayos de Hao empiezan a dudar de sus intenciones y Anna se enfrenta a él, que revela su mejor Over Soul. En el Torneo de Chamanes, es el turno del grupo de Yoh.

El equipo Baños Termales de Funbari y el equipo Ren se enfrentan en el Torneo de Chamanes. El combate da un giro inesperado antes de que Yoh pueda lanzar su contraataque.

Yoh y los demás llegan al lugar donde se va a celebrar el segundo torneo. Antes de que empiece, Yoh hace un anuncio sorprendente.

Al fin ha llegado el momento de saber quién va a ganar el Torneo de Chamanes. Yoh y el equipo intentan impedir que Hao se una al Gran Espíritu.

Yoh y el resto del grupo dan lo mejor de sí mismos, pero, a pesar de sus esfuerzos y sacrificios, Hao consigue llegar al santuario del rey.

Yoh y el equipo llegan a la residencia de Kalim, el sacerdote Pache, y deciden tomarse un merecido descanso. Pero ocurre algo inesperado.

El grupo llega a la última planta, donde se enfrenta a Rutherfor, su rival más temible hasta el momento.

Hao desata la fuerza de sus recién adquiridos poderes contra Yoh y los demás, pero el equipo de aguerridos luchadores se niega a darse por vencido.