Cuando un inexperto conductor causa estragos en una carretera de L. Á. para salvar a su niñera, Syd y McKenna descubren una peligrosa conexión con un cartel de droga.

Un cuerpo caído del cielo se convierte en el nuevo caso de Syd y McKenna, mientras los Ben buscan a una banda que roba bancos. Patrick asume como fiscal de distrito.

McKenna y Syd deben poner en marcha una misión imposible sin dejar rastro. Izzy actúa de manera extraña, y Syd comienza a ver fantasmas del pasado.

Con la búsqueda de Knox al rojo vivo, McKenna y Syd intentan resolver el misterio detrás de la muerte de una mujer trans. Un viejo amor de Syd llega a Los Ángeles.

El equipo sigue trabajando arduamente para atrapar a un asesino. Con el regreso de Dante, esconder su propio pasado es cada vez más difícil para McKenna.

Los Ben se unen a Syd y a McKenna en sus esfuerzos por encontrar a Knox. Entre tanto, Syd lidia con una complicada crisis familiar, y McKenna, con una difícil decisión.

McKenna le pide a Patrick que incumpla las reglas, pero no logra confesarle la verdad. La investigación de un homicidio lleva a los Ben a descubrir un importante atraco.

Mientras continúa la investigación del caso de los diamantes desaparecidos, los secretos más profundos de McKenna y Syd salen a la superficie.

McKenna debe elegir entre su hermano y su futuro. Syd se infiltra en las operaciones de Bishop. Mientras tanto, el equipo sigue investigando el caso del atraco.

Las chicas lidian con problemas de confianza luego de un impactante descubrimiento. Después, un asesinato lleva al equipo a familiarizarse con un reality.

Syd y Nancy se acercan a Knox, mientras Warren intenta cortar lazos con Carlene. Izzy queda cara a cara con la persona que mató a su madre.

El equipo va detrás de su objetivo, cuyo plan de extorsión involucra a los dos jóvenes. Un incendio obliga a todos a actuar rápido. Luego, Syd recibe una llamada urgente.