Joe, ahora Will, llega a su propio infierno personal: Los Ángeles. Intenta portarse bien, pero a veces el pasado no de deja en paz.

Joe se da cuenta de que Will Bettelheim no es trigo limpio, lo que podría afectar negativamente a su incipiente relación con Love.

Joe intenta tener una relación platónica con Love y no entrometerse en los asuntos de Ellie. Pero no puede reprimir sus instintos por mucho tiempo.

Joe trata de aceptar la estrecha relación de Love con su hermano Forty. Una cita grupal lo pilla desprevenido y su deseo de proteger a Ellie es cada vez mayor.

Love le propone a Joe pasar un fin de semana saludable, en el que podrá conocer a su familia. La invitada sorpresa de Forty no lo ayuda a relajarse precisamente.

Cuando Joe decide vigilar a alguien que podría causarle problemas, sospecha que a él también lo están siguiendo. Los recuerdos dolorosos del pasado atormentan a Love.

Para aliviar su pena, Joe recurre a los viejos remedios, a la tecnología moderna y a beber con Delilah. Pero un pequeño desliz podría tener graves consecuencias.

Joe quiere escabullirse, pero Forty insiste en terminar el guion. A medida que la tensión aumenta, la apabullante insistencia de Forty da lugar a una noche funesta.

Love cuida de Ellie, que cada vez está más asustadiza. Joe intenta reconstruir los eventos de una noche psicodélica, pero es complicado averiguar la verdad.

Joe siempre ha sido una caja de sorpresas, pero Love no se queda atrás. ¿Es el principio del fin o el fin del engaño?