Hipo y Desdentao caen en una trampa mientras se ocupan de un asunto pendiente. Se sorprenderán al ver quién acude a salvarlos.

Una Gusano de Fuego herida les pide a los jinetes que la ayuden a proteger un preciado tesoro oculto de una criatura desconocida, con extraños y resbaladizos poderes.

Patapez está al mando, pero no es capaz de controlar la situación. Sin embargo, aprovecha una segunda oportunidad para demostrar que tiene madera de líder.

Los padres de Hipo y Patán Mocoso dejan a un lado sus diferencias para trabajar con sus hijos como equipo y proteger un silo de un invasor poco habitual.

Cuando Astrid hace un alarmante descubrimiento, su vida pasa a depender de un dragón supuestamente extinguido. Sus amigos emprenden su búsqueda contrarreloj.

Los jinetes se marchan a una isla desierta para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Pero la escapada provocará un efecto extraño en los dragones.

Cuando descubren que Patapez ha estado en contacto con Heather, los jinetes de dragones la invitan a la isla para que se una a ellos.

Hipo y Desdentao acaban cayendo en una trampa de los cazadores de dragones. Serán los nuevos luchadores en un circo de gladiadores.

Hipo y su equipo rescatan un huevo de dragón y se lo llevan a la isla. Cuando la cría decide salir del cascarón, se llevan una chirriante sorpresa.

Los jinetes tratan de averiguar por qué los hombres de Viggo están extrayendo bloques de mármol de una cantera en la que trabajan dragones esclavizados.

Cuando Dagur aparece por sorpresa, Hipo hace todo lo posible para que no se cruce con Heather.

Patán Mocoso va en misión secreta a la subasta de dragones de Viggo. Su intervención forma parte del plan para rescatarlos y evitar que el villano se enriquezca más.

Aunque Viggo le ha ofrecido una tregua a Hipo, los precavidos jinetes buscan posibles aliados para luchar contra los cazadores de dragones.