El bebé jefazo ahora es director y su objetivo es subir la cifra del amor por los bebés al 100 %. El problema es que todos tienen que hacer horas extras para cumplirlo.

El Bebé Jefazo le declara la guerra a una nueva amenaza: un popular programa de televisión protagonizado por una cabra pigmea, un tamandua y su cuidadora.

Para subir la moral de la oficina, el Bebé Jefazo organiza una fiesta de cupcakes. Más tarde, envía a un empleado para que ayude a su hermano Tim con un asunto familiar.

¿Qué trama ahora el Bebé Jefazo para aumentar el amor por los bebés? Una petición para cambiar el nombre de «La Colmena», el equipo de fútbol local, por «Los Bebés».

Tras colarse en una película para adultos, Tim cree que ya es lo suficientemente mayor. El Bebé Jefazo se queda a dormir en casa de un amigo.

La peor pesadilla del Bebé Jefazo se cumple: ha llegado a Baby Corp un consultor con ideas disparatadas que quiere quitarle su puesto de director.

En un viaje a Chicago para visitar a Gigi y al abuelo, el Bebé Jefazo se ve las caras con un bebé ambicioso que se hace pasar por un adulto.

El Bebé Jefazo se ha ido a hacer una revisión médica. Staci, una becaria, tendrá que librar tres batallas: una de Pyg y Tam, otra de OCB y otra de Saturnino el Carlino.

El Bebé Jefazo descubre una antigua iniciativa de Megagordi llamada Proyecto Boom que amenaza con acabar con los derechos de los bebés en todo el mundo.

Han desmantelado Baby Corp y se han cortado las comunicaciones, pero eso no impedirá que el Bebé Jefazo reúna a todos sus empleados. Tim pasa el último día con Danny.

El sótano de los Templeton está hasta arriba de pañales. El Bebé Jefazo traza un plan para entrar en Baby Corp, echar a sus enemigos y recuperar su empresa.