En un intento de evitar la aparición de grupos en la escuela, Kazuya y Kiriha decidieron formar un club para recoger las quejas de los estudiantes. Esto debería permitirles detectar las frustraciones y los deseos insatisfechos antes de que generen espíritus malignos.

La derrota de Sunao a manos de Kazuya supone un serio problema para ella dentro del seno de su familia. Así que tendrá que idear algo para solucionarlo.

Una pequeña confusión puede suponer una gran alegría para Shirou, pero también abrirá una grieta entre dos buenas amigas.

Un nuevo amasogi transportará a Kazuya y los demás al mundo de los sueños. Allí descubrirá que todos han cambiado su género y ahora es una chica.

Kotetsu parece haber desaparecido y Sunao desconoce el motivo y su paradero, así que acude a Kazuya y Kiriha para que la ayuden a encontrarlo.

La historia se aleja un poco de Kazuya y Kiriha y se centra en tres hermanos tsukumogami que, tras una serie de desdichas, acaban viviendo en una aldea muy especial.

Los tsukumogamis que vigilan a nuestros protagonistas se cruzan con ellos en un salón arcade y todos se ven atrapados en cierto incidente... y no será el único. ¡Su identidad corre peligro de ser descubierta!

Para obtener más información sobre Kukuri, Kazuya y Kiriha, algunos de los habitantes de Mayoiga se harán pasar por sus aliados.

Llega un grupo de asesinos desde Mayoiga con la intención de acabar con la deidad regional, Kukuri. Pero Kazuya y los demás pelearán para evitarlo.

Ante el más que probable ataque desde Mayoiga, Kazuya y todos los demás son conscientes de que necesitarán ayuda. Por fortuna, pueden contar con Sunao.

Comienza el asedio final de la gente de Mayoiga para matar a Kukuri, así que es hora de luchar hasta el final para evitar la invasión.