Laura investiga la historia de un asesino serial para su noticiero y empieza a sentir que se tejen coincidencias extrañas a su alrededor. De repente, la hija desaparece

Al principio, Laura se pregunta si tuvo una premonición. Después se cruza con Nico, un expolicía que parece haber tropezado con la misma grieta temporal que ella.

Laura le tiende una trampa al asesino con el apoyo de la policía y de Nico, que dado su pasado violento es cada vez más sospechoso para Tom.

Laura finalmente encuentra a Haskell DeBray, pero solo quiere hablar con una persona: Nico. Entonces, tanto él como ella se dan cuenta de que el destino no cambió.

Laura se convence de que Tom oculta algo y Nico acepta seguirlo a regañadientes. Pronto, ella sabrá lo que es una traición de verdad en primera persona.

Nico y Laura sospechan que el padre de Susanna oculta información importante y lo van a ver a su local de tatuajes. La desesperación por encontrar a Serena invade a Tom.

Destrozado por la culpa, Nico recuerda el día en que murió Susanna. Laura quiere enfocar toda la energía en encontrar al hombre que nadie reconoce en la foto.

Laura y Nico corren contra reloj para salvar a sus seres amados. Ella, encerrada en el pabellón psiquiátrico, no puede evitar que Serena vaya al estudio.

Varias personas diferentes reclaman las joyas perdidas y Nico no sabe qué hacer. Laura busca al "fantasma" que secuestró a Serena.

El tiempo de Serena y Danny se agota y Laura hace una jugada audaz. Finalmente, ella y Nico descubren qué paso hace diez años.