La alcaldesa de Pustina, Hana Sikorova, hace un descubrimiento impactante en los bosques de las afueras del pueblo que podría estar relacionado con su lucha contra la expansión de una mina de carbón cercana.

La policía emprende la investigación sobre la desaparición de Misha. Hana se preocupa cuando le dicen que la desaparición de su hija podría estar relacionada con la adolescente que se escapó de un reformatorio en Pustina la noche anterior.

Hana se entera por Filip Paskowski que el día de su desaparición Misha tenía que visitar a su padre en su casa de campo. Provista de esta información, Hana se enfrenta a Karel, que niega una vez más conocer el paradero de Misha.

La policía descubre más información sobre Karel. Todo apunta a que Karel miente sobre la desaparición de Misha y otros sucesos que ocurrieron ese día. Al mismo tiempo, Klara también descubre contradicciones en la historia de Luka.

Al interrogarlo, Karel trata de convencer a la policía de que no tiene nada que ver con la desaparición. Está enfadado porque nadie le cree. Al fin lo ponen en libertad, en contra de los deseos de la policía, tras una intervención del fiscal del distrito.

Hana intenta descubrir la verdad sobre Karel, no solo lo que sabe sobre su hija, sino también el pasado que le ha estado ocultando. Mientras tanto, y a pesar de los acontecimientos en curso, el pueblo se prepara para el inminente referéndum.

Karel intenta averiguar lo que le pasó en realidad a Misha. Sospecha que un hombre de Pustina, un taxista llamado Abraham, podría saber algo. Poco a poco irá descubriendo un rastro que le llevará desde Abraham hasta el reformatorio y la empresa minera.

La policía regresa a Pustina a cerrar el caso, pues parece que tienen todas las pruebas necesarias para hacerlo. Pero Karel está convencido de que siguen una pista falsa. Si quiere que se haga justicia, tendrá que encargarse de hacerlo él mismo.