Cuando se cancela la boda de Hae-Young, la felicidad de su familia se convierte en desilusión. Do-Kyung también se enfrenta al rechazo y siente que vive un déjà vu.

Do-Kyung invita a Hae-Young a tomar un trago en agradecimiento por encontrar su billetera. Hae-Young deja olvidado su teléfono, y Do-Kyung se lo lleva al día siguiente.

Hae-Young se muda a su propio apartamento para encontrarse con que Do-Kyung es su vecino. Sorprendido y consternado, Do-Kyung insiste en que se vaya.

Hae-Young ve a la otra Hae-Young correr en una maratón. Do-Kyung se entera y queda perplejo de que su visión se haya hecho realidad.

A Hae-Young se le cae un sostén invisible cuando abraza a Do-Kyung. Él se siente mejor y la lleva a cenar, pero se encuentran con la otra Hae-Young.

Do-Kyung tiene una visión en la que Hae-Young rompe una ventana de vidrio. La madre de Hae-Young encuentra sorpresivamente a Do-Kyung en la habitación de su hija.

Hae-Young le da a Do-Kyung un almuerzo empacado que preparó con sus padres. Los compañeros de oficina de Do-Kyung están asombrados de lo delicioso que está.

Do-Kyung ve a la otra Hae-Young, quien le sugiere empezar de nuevo. Por otro lado, Tae-Jin se presenta inesperadamente ante Hae-Young.

Do-Kyung tiene una impactante visión en la que besa a Hae-Young. Mientras tanto, en el trabajo, Hae-Young descubre que es mayor que la otra Hae-Young.

Después de una pelea, Do-Kyung termina besando a Hae-Young. Sin embargo, no la llama después, y la impaciente Hae-Young atiende una llamada de Tae-Jin.

Mientras vuelven en carro a Seúl, Do-Kyung decide avanzar en su relación con Hae-Young. Entretanto, Tae-Jin visita a los padres de Hae-Young para disculparse.

Hae-Young, embriagada, llama a una radioemisora cuando se entera del mal comportamiento de Do-Kyung. Sin querer, dice su verdadero nombre al aire.

Hae-Young se empapa durante un paseo en el parque con una amiga. Vuelve a casa decidida a olvidar el pasado. De repente, Do-Kyung pasa a visitarla.

Do-Kyung y Hae-Young están cada vez más enamorados. Do-Kyung tiene una visión en la que escucha la voz de Hae-Young y se da cuenta de que su futuro ha cambiado.

Do-Kyung tiene una visión en la que casi lo atropella el auto de Tae-Jin. Lo animan a no darse por vencido, y decide llevarle flores a Hae-Young a su oficina.

Do-Kyung y Hae-Young ratifican el amor que se tienen. Más tarde, Jin-Sang va al sauna con Do-Kyung y le habla de sus sentimientos hacia Soo-Kyung.

Do-Kyung le confiesa todo a Hae-Young y van juntos a ver a su doctor. Hae-Young les dice a sus padres que quiere vivir con él.