Después de la muerte de Matthieu, Chloé ha desaparecido durante meses, atormentada por el sentimiento de culpa. La Brigada Criminal ahora tiene un nuevo miembro: el inspector Rocher, un hombre práctico y sombrío que pide a Chloé que abandone su exilio y les ayude con un caso particularmente difícil.

Camille, una joven de origen modesto, acaba de ser encontrada muerta en el bosque después de varias semanas de secuestro. La policía no se explica cómo Camille, una brillante estudiante de derecho, abandonó todo para entrar a trabajar como limpiadora en casa de un antiguo político de provincias.

Una mujer aparece apuñalada en su casa pocos días antes de su boda. Al llegar la policía para levantar el cadáver, se dan cuenta de que vive todavía y la trasladan urgentemente al hospital. Cuando despierta de su estado de inconsciencia, la mujer no recuerda quién fue su agresor.

Dimitri Saillan, un hombre aparentemente sin historia, aparece muerto al lado de un cementerio parisino con dos balas en el cuerpo. La policía descubre que la víctima, traumatizada por el asesinato de su hermana cuando tenía trece años, había decidido hacer justicia haciéndose pasar por un policía.

La policía descubre los cadáveres de dos mujeres a orillas del Sena. Una de ellas es una periodista de sucesos que estaba trabajando en un artículo sobre la muerte de dos jóvenes a manos de un asesino que acababa de salir de la cárcel.

Chloé y Rocher descubren el cadáver de François Rénier, un hombre declarado muerto diez años atrás. Los investigadores deducen que François, acosado por las deudas, había fingido su propia muerte para cobrar la indemnización del seguro y salvar así a su familia de la miseria.

Adrien Keller, un famoso reportero que había logrado escapar del cautiverio al que le habían sometido las FARC en Colombia, aparece asesinado en el hotel donde iba a dar una conferencia de prensa para anunciar el lanzamiento de su libro sobre la evasión y huida a través de la selva.

Jeanne Krakowski, fotógrafa de arte contemporáneo, aparece muerta en su lujoso apartamento. Jeanne era una antigua cajera de supermercado cuyo fulgurante éxito en la fotografía había sorprendido a todos y la había alejado de los suyos.

Un joven de 24 años aparece muerto a puñaladas y con los ojos vendados. La policía identifica como autor del crimen a Marc Génaro, un esquizofrénico que ha dejado el tratamiento tras haber estado internado en una clínica psiquiátrica.

Laure Brévin, jefa de la Brigada de Intervención policial, aparece asesinada en su apartamento. Ella y su equipo estaban intentando acabar con una banda de crimen organizado que se dedicaba al tráfico de niños.

Después del terrible accidente de coche provocado por el principal sospechoso del asesinato, Chloé se encuentra en coma y Rocher se obsesiona con encontrar al culpable de la desintegración de su grupo. Incluso en coma, Chloé continúa investigando mentalmente.