Alice y su marido rebosan felicidad desde el nacimiento de su hija Tara. Pero todo su mundo se derrumba de repente. Alice es atacada por un desconocido y entra en coma. Al despertar descubre las peores noticias: su marido ha sido asesinado y su hija ha sido secuestrada. Tras recibir una petición de rescate, se sumerge en una peligrosa búsqueda, desesperada por encontrar a Tara.

¿Y si Alice no vuelve a ver a su hija? Sin noticias desde la entrega del rescate, Alice se entera que uno de los billetes entregados a los secuestradores está en poder de su hermana Claire, una toxicómana distanciada de la familia. ¿Está relacionada con el secuestro? Conmocionada, Alice busca a Claire y a su amigo Vince. Pero esta búsqueda la convierte en sospechosa a ojos de la policía.

Dos años después de la desaparición de su hija, Alice recibe una nueva petición de rescate. La esperanza renace y piensa que Tara está viva todavía. Sin embargo, la cantidad de dinero pedida por los criminales es demasiado alta. Con la ayuda de Richard, un policía que fue su primer amor, Alice descubre una extraña libreta que revela que su marido también tenía secretos.

Alice y Richard tienen pruebas que Tara está viva, pero la policía está tratando de arrestarlos, convencidos que ellos simularon el secuestro de la pequeña. En plena fuga, siguen una pista que señala a los verdaderos secuestradores, pero antes deben enfrentarse a nuevos obstáculos. Asesinos les pisan los talones y algo despierta las sospechas de Alice: ¿Richard es quien dice ser?

Siempre perseguidos por asesinos y la policía, Alice y Richard dan en el blanco. Descubren que el secuestro de Tara no es un caso aislado, sino que es la obra de una gran red criminal. A riesgo de sus vidas, hacen todo lo posible para desenmascarar al jefe de esta organización, con la esperanza que ayude a localizar a Tara.

Alice se encuentra devastada porque cree imposible encontrar a su hija Tara. Pero un desconocido roba el misterioso cuaderno de notas de su marido, lo que la obliga a desenterrar el pasado... Las piezas del rompecabezas encajan, dando al caso una nueva luz. ¿Y si la solución siempre hubiera estado allí, ante los ojos de Alice?