El primer ministro de Noruega, Jesper Berg, decide parar la producción de gas y petróleo que abastece a toda Europa, pero el gobierno se replantea drásticamente sus políticas cuando es secuestrado y amenazado por unos terroristas rusos.

El primer ministro Jesper Berg trata desesperadamente de que el día nacional de Noruega se desarrolle con normalidad para convencer al pueblo de que la ocupación rusa es temporal, pero las cosas se complican durante un acto oficial. Thomas presencia una escena en la embajada rusa que podría darle una exclusiva.

Un movimiento de resistencia noruega que se hace llamar "Noruega Libre" da la impresión de querer usar todos los medios posibles para echar a los rusos del país. Contactan con Eriksen y le exigen que escriba en favor de ellos; si no, el restaurante de su esposa, pro-ruso, será su próximo objetivo.

Quedan pocos días para que los rusos se vayan y los preparativos para ello llegan a todos los niveles. El Primer Ministro Jesper Berg hace planes para volver a presentarse a las elecciones pero surgen otros problemas más acuciantes.

Noruega se las ha arreglado para reparar las líneas de gas tras el bombardeo en Viksund pero la Unión Europea cree que el panorama político es demasiado inseguro para que los rusos se retiren en este momento. El Primer Ministro Berg debe tomar una difícil decisión: actuar en contra de sus creencias ideológicas.

Jesper Berg ha ganado el referéndum pero los rusos no dan signos de querer abandonar el país; al contrario, han aumentado la presencia militar. El Primer Ministro espera que la Unión Europea condene la actividad militar rusa en el país, pero la UE parece reacia a empezar un conflicto militar con Rusia.

Hans Martin intercede cuando un grupo paramilitar ruso toma a Berg como su rehén. Bente intenta retomar su vida tras la muerte de Thomas.

Berg recibe apoyo de los Estados Unidos a pesar de su oposición al conflicto. Bente tiene información crucial para el movimiento de liberación.

Hans Martin se apresura para encontrar a Sidorova. Las acciones de Berg son inaceptables para los Estados Unidos y Wenche Arnesen prepara una declaración.