En esta segunda entrega, ambas protagonistas comienzan su primer año de bachillerato con situaciones inesperadas como la aparición de Daisy, una princesa del siglo XVI. Mientras, el aspirante a científico Barry y su ayudante de confianza Naldo siguen intentando replicar el viaje en el tiempo para poder utilizarlo de manera correcta.

Bret y Chet se preocupan por su baile de sexto curso; obsesionados por los recuerdos de su propia experiencia, Cyd y Shelby se remontan en el tiempo para hacer una revisión.

Como parece que su amiga, la viajera del tiempo, va a quedarse más tiempo de lo esperado, las chicas se llevan a Daisy a su clásico plan de chicas en el centro comercial.

Barry está muy ocupado para diseñarle una web a Shelby, que se ve obligada a arreglárselas sola.

Cyd y Shelby van a un torneo de roller derby desobedeciendo a la madre de Shelby y allí descubren que Astrid ha estado ocultando un secreto.

Cuando Cyd intenta proteger a Diesel del experimento del suero de lobo de Barry, ella accidentalmente se pone el suero y se convierte en un hombre lobo amenazador. Ahora Shelby debe intentar descubrir cómo recuperar a su mejor amiga antes de que la loba destruya el carnaval de Halloween de su escuela secundaria.

Un magnate de la tecnología va al instituto para invertir en una idea novedosa, y la web Tradeskees de Shelby atrae su atención.

Al recordar momentos pasados, Cyd confiesa algo sobre su primer concierto a Shelby.

Shelby y Cyd consiguen su primer empleo en un puesto de caramelos, pero el trabajo no es como Shelby se había imaginado.

Cuando Daisy revela que está comprometida con Sebastian, un joven al que nunca ha conocido, Cyd y Shelby deciden viajar al siglo XVI para ayudarla a romper el compromiso.

Después de que Shelby queda atrapada en el siglo XVI, la pandilla tiene que trabajar junta para rescatarla.

Después de que Shelby queda atrapada en el siglo XVI, la pandilla tiene que trabajar junta para rescatarla.