Morgan, herido de muerte, debe decidir si debe ayudar a un extraño desesperado mientras un misterioso cazarrecompensas intenta acabar con lo que Ginny no pudo.

Virginia obliga a Alicia y Strand a eliminar una amenaza inusual de caminantes, donde un encuentro con un nuevo aliado le da a Strand una idea que podría ser la clave de su libertad.

Al y Dwight se vuelven rebeldes en una misión de reconocimiento para que Ginny para seguir una pista que se pensaba perdida, pero Al debe elegir entre lo que tiene ahora y lo que está persiguiendo.

John se está asentando como uno de los rangers de Virginia cuando una muerte misteriosa lo lleva a una investigación que lo hace cuestionar todo lo que pensaba de sí mismo.

Dwight y Sherry se unen a un misterioso grupo para acabar con Ginny; cuando Morgan se ofrece inesperadamente a ayudar, se produce una lucha de poder.

Cuando Dakota desaparece, Strand envía a Alicia y Charlie en una misión de búsqueda y rescate para encontrarla; un aliado inesperado les ofrece una nueva posibilidad de huír de Virginia.

Con una milicia diezmada y recursos escasos, los supervivientes se están quedando sin opciones.

Se produce un enfrentamiento entre Virginia y sus guardabosques y el grupo de Morgan. Ginny se ha ganado muchos enemigos y finalmente la está alcanzando.

Daniel tiene la tarea de mantener la paz, pero deberá enfrentar su propia amenaza para proteger a sus amigos.

Una infiltración se convierte en misión de rescate mientras los miembros del grupo se adentran más en una comunidad subterránea.

Grace se despierta con la memoria borrosa y ve en qué se convertirá su mundo años después.

June se separa del grupo en un esfuerzo por recopilar cualquier información que ayude a detener una amenaza inminente.

Alicia es prisionera de Teddy. Allí se reencuentra con viejos amigos y debe enfrentarse a su pasado si quiere seguir adelante y escapar.

Los motivos se revelan y las convicciones se ponen a prueba mientras nuestros héroes corren para detener el plan de Teddy.

Todos luchan desesperadamente por controlar la destrucción que se avecina.