Sidney es acusado de agresión sexual por parte del padre de Abigail Redmond, joven de 15 años de edad, citando como prueba su diario. Geordie y Sidney encuentran su cuerpo en el estudio de un fotógrafo. Las sospechas incluyen al fotógrafo (que había tomado y publicado fotografías adultas de la niña), su posesivo y violento padre, y sus compañeros de escuela. Sidney descubre que Abigail estaba embarazada, y que sus superiores en la iglesia esconden un secreto.

Un profesor de Cambridge sufre una fatal caída desde las torres del edificio de la Universidad, lo que atrae a Sidney y a Geordie a un mundo de espionaje y encubrimientos.

Sidney se encuentra en una encrucijada entre su deber, su lealtad y su conciencia, ya que es convocado a realizar un exorcismo en casa del dueño de un establo.

Un hombre muere en un calabozo mientras estaba a cargo de Geordie. Sidney parece ser el único aliado del inspector.

El embarazo de Amanda, la muerte de Gary, su deteriorada relación con Geordie suman a Sidney en un estado emocional muy frágil. Se refugia en la bebida y su puesto como pastor de Grantchester peligra.