Una vez que Hitler toma el poder en 1933 transforma su retiro alpino del distrito de Obersalzberg en Baviera en una gran mansión llamada Berghof. El nido del Águila era un feudo fortificado, el hogar de 2.000 soldados de las SS y protegido por un sistema de seguridad de alto nivel.

En junio de 1940, los nazis pusieron un pie en suelo británico, ocuparon Las Islas del Canal, un territorio británico desde el siglo XI está ahora bajo ocupación alemana y donde Hitler ordena para construir algunas de las estructuras más fortificadas en el Tercer Reich en su intento de conseguir unas fortalezas inexpugnables capaces de repeler todo ataque aliado.

Las ruinas sobre toda Europa cuentan la historia de la Blitzkrieg, la guerra relámpago, una revolución en la guerra que casi le dio a Hitler la oportunidad de crear su Reich de los mil años.

La idea de la Guerra Relámpago surge en la época de la Segunda Guerra Mundial, en manos de los militares alemanes que buscaban con esta novedosa y efectiva estrategia militar obtener resultados más profundos y más veloces en su avance hacia la conquista de gran parte de Europa.

A comienzos de 1943 la Alemania de Hitler ya daba síntomas de ir perdiendo la batalla del atlántico frente a los aliados, sus famosos submarinos U-boat ya no eran tan eficaces ni invulnerables como al principio de la guerra.

Pero Hitler y la armada nazi iban un paso por delante, desde 1940 estaban ya planeando fabricar un nuevo submarino capaza de ir a gran velocidad sumergido y con una fuerza de fuego sin igual, eran los submarinos tipo 21, los submarinos más avanzados de la época y el superarma marina de la Alemania nazi.

Escondida bajo la isla de Okinawa quedan los restos de una de las estructuras defensivas más letales de la segunda guerra mundial, más de 95 kilómetros de túneles y fortificaciones diseñadas por los japoneses para convertir la isla en una zona de matanza. Búnkeres ocultos, cuarteles generales subterráneos, emplazamientos de artillería impenetrables y un intento fanático del ejército de luchar hasta la muerte que hace que la la lucha por avanzar cada centímetro de la isla sea una auténtica matanza. Esta es la historia de la megafortaleza japonesa.