El Emperador Claudio sospecha que alguien quiere acabar con su vida, pero antes de que eso ocurra decide cumplir el final de una antigua profecí a. para ello comienza a escribir la historia de su familia, remontándose al año 50 a.C., en el reinado de Augusto, contando la historia del odio entre Agripa y Marcelo.

Julia aprovecha el destierro de Tiberio para acostarse con muchos de los hombres influyentes de Roma. Augusto no lo sabe, pero el problema es que Livia lo descubre...

Livia sigue maquinando cómo lograr que Tiberio regrese a casa. A la vez trata de encontrar esposa para Claudio.

Llega el momento en el que Livia va a dar su golpe final. ¿Podrá impedir alguien que cumpla con lo que se propone?

Tiberio, con la ayuda de Sejano, está demostrando ser un gobernante severo y solo Germánico puede mantenerlo bajo control. Sin embargo, mientras está en Siria, Germánico es misteriosamente envenenado.

Germánico ha sido asesinado. Agripina, su mujer intentará por todos los medios que los responsables, unos protegidos de Tiberio, lo paguen. Pero, ¿son ellos los únicos implicados? ¿Qué siniestro secreto se oculta tras la muerte de Germánico?

Sorprendentemente Livia invita a Claudio a su cumpleaños. Desesperada porque se acerca su final, ella le pide a Claudio un favor.

El reinado de Tiberio llega a su fin. Antes de morir dejó estipulado que sus sucesores serían Calígula y el pequeño Gemelo, pero a Calígula no se le ve por la labor de compartir poder...

El reinado de Calígula se ha convertido en una pesadilla en donde las orgías, los asesinatos y las humillaciones se han convertido en la orden del día. Pero parece ser que el ejército se está cansando de tales situaciones...

Claudio finalmente acepta su destino como emperador del Imperio. A su lado tiene a Messalina, la aparentemente ideal esposa, aunque en realidad...

Messalina se ha convertido en la mujer más corrupta de Roma. A espaldas de su marido conspira con su amante arrebatarle el trono y restaurar el régimen republicano. El problema es que Claudio, cegado por el amor, no se da cuenta de lo que pasa...