Han pasado seis meses desde que los "resucitados" desaparecieran una noche, llevándose con ellos a Simon, Camille y su madre, Julie y el misterioso Victor. Desde entonces, no ha habido noticias de ellos y los pocos testigos de lo sucedido guardan silencio. Media ciudad sigue inundada, la presa se encuentra bajo estricta vigilancia y los militares proveen de apoyo logístico a las personas que decidieron quedarse. Entre ellos, Adèle está a punto de dar a luz al hijo de Simon y Lena y su padre, Jerôme, siguen empeñados en encontrar a Claire y Camille. Todo amenaza con cambiar cuando un desconocido llamado Berg llega a la ciudad con la apariencia de saber más de lo que afirma. Es entonces cuando comienza a darse una nueva ola de resurrecciones.

Toni se mantiene en observación en el hospital, pero la policía todavia no es consciente de que es un retornado. Mientras tanto, la mayoría de los Retornados se esconden en una zona inaccesible por la inundación, junto con Julie, Víctor, Camille y Claire.

Berg Sembel sabe más de lo que quiere hacer creer. ¿Juega a un doble juego? ¿Quién está en riesgo?

Después de la aparición inexplicable de los fantasmas, la gente esta tratando de entender por qué los muertos han vuelto a ellos. El lago, la presa y la casa del bosque estan llenos de misterios oscuros.

En la ciudad, Jeróm y Audrey encuentran a Berg, que ha escapado del dominio. Simon advierte a Adele que oculte su bebé contra los Revenants. Víctor decide abandonar el dominio, acompañado por la señora Costa.

Jerome finalmente se unió a su mujer Claire y sus hijas, Camille y Lena. Les Revenants, sin embargo, les impiden salir. Gracias a la investigación de Berg, los militares han logrado bajar el nivel del agua. En cuanto a Sandrine, ahora está convencido de que Audrey es su hija.

Después del tiroteo en el gimnasio, la familia Séguret intenta salir de la ciudad, pero Camille se da cuenta de que ella no puede permanecer con su familia y debe unirse a Les Revenants.