Después de una larga y brutal guerra, los revolucionarios vietnamitas liderados por Ho Chi Minh terminan casi con un siglo de ocupación colonial francesa. Con la Guerra Fría intensificándose, Vietnam se divide en dos en Ginebra. Los comunistas en el norte apuntan a reunificar el país, mientras que Estados Unidos apoya el régimen no probado de Ngo Dinh Diem en el sur.

El presidente Kennedy inspira a jóvenes estadounidenses idealistas para servir a su país y luchar involucrándose profundamente en la guerra de Vietnam del Sur. A medida que el régimen cada vez más autocrático de Diem se enfrenta a una creciente insurgencia comunista y a protestas budistas generalizadas, se desencadena una grave crisis política en el país que los Estados Unidos intentarán controlar pero que no dió los resultados esperados.

Con Vietnam del Sur en el caos, los intransigentes en Hanoi toman la iniciativa y envían tropas de combate al sur, acelerando la insurgencia. Temiendo el colapso de Saigón y que el norte comunista termine dominando Vietnam el presidente Johnson intensifica el compromiso militar de Estados Unidos, autorizando el bombardeo sostenido del norte y el despliegue de tropas terrestres en el sur.

Los soldados estadounidenses descubren que Vietnam es diferente a la guerra de sus padres, a medida que crece el movimiento contra la guerra. Mientras defienden el poderío aéreo estadounidense, las tropas y material vietnamitas vierten por el Sendero Ho Chi Minh hacia el sur, mientras que Saigón lucha por "pacificar el campo". El movimiento se construye en el país, cientos de miles de soldados y Marines descubren que la guerra en la que se les pide luchar en Vietnam no se parece en nada a la segunda guerra mundial en la que la opinión pública y la sociedad apoyaba con uniformidad la guerra, mientras que por Vietnam reciben en muchos casos hasta rechazo.

El presidente Johnson intensifica la guerra mientras promete al público que la victoria está a la vista. Las bajas estadounidenses y los recuentos de cadáveres enemigos se montan cuando los marines se enfrentan a las mortíferas emboscadas y artillería norvietnamita al sur de la zona desmilitarizada y las unidades del ejército persiguen a un enemigo escurridizo en las tierras altas centrales. Hanoi establece planes para una ofensiva sorpresa masiva, y la Administración Johnson asegura al público estadounidense que la victoria está a la vista.

Sacudido por la ofensiva de Tet, asesinatos y disturbios, Estados Unidos parece desmoronarse. En vísperas de las vacaciones de Tet, las fuerzas norvietnamitas y del Viet Cong lanzan ataques sorpresa contra ciudades y bases militares en todo el sur, sufriendo pérdidas devastadoras y poniendo en grave duda la promesa de Johnson de que "hay luz al final del túnel". El presidente decide no volver a postularse y el país se tambalea por asesinatos y disturbios.

Después de que el caos azota la Convención Demócrata, Nixon, prometiendo paz, gana la presidencia. El apoyo público a la guerra disminuye, y los hombres estadounidenses en edad de reclutamiento enfrentan decisiones difíciles y opciones morales desgarradoras. Después de la batalla de la policía con los manifestantes en las calles de Chicago, Richard Nixon gana la presidencia, prometiendo la ley y el orden en casa y la paz en el extranjero. En Vietnam, la guerra continúa y los soldados de todas partes son testigos de un salvajismo terrible y un valor inquebrantable.

Nixon retira las tropas, pero al enviar fuerzas a Camboya, el movimiento contra la guerra vuelve a encenderse. Con la moral en caída en picado en Vietnam, el presidente Nixon comienza a retirar las tropas estadounidenses. Como noticias de una masacre impensable cometida por soldados estadounidenses, el público debate la rectitud de la guerra, mientras que una incursión en Camboya reaviva las protestas contra la guerra con trágicas consecuencias.

Vietnam del Sur lucha solo mientras Nixon y Kissinger intentan encontrar una salida de la guerra para Estados Unidos. Las fuerzas vietnamitas del sur que luchan por su cuenta en Laos sufren una terrible derrota. El poderío aéreo masivo de los EE. UU. marca la diferencia al detener una ofensiva de Vietnam del Norte sin precedentes. Después de ser reelegido en las elecciones, Nixon anuncia que Hanoi ha acordado un acuerdo de paz. Los prisioneros de guerra estadounidenses finalmente llegarán a casa, a un país amargamente dividido.

Mientras que el escándalo Watergate atrae la atención de los estadounidenses y obliga al presidente Nixon a renunciar a la guerra y a sacar a las tropas de Vietnam, los vietnamitas continúan atacándose en una brutal guerra civil. Cuando cientos de miles de tropas norvietnamitas entran en el sur, Saigón desciende rápidamente al caos y se derrumba. Durante los siguientes 40 años, estadounidenses y vietnamitas de todos lados buscan la curación y la reconciliación.