Episodios 22
El motel de Poppy I
Los Bundy se van de vacaciones, pero como Al se niega a pagar cuatro billetes de avión hasta Hawaii, su destino no es otro que Dumpwater, un pueblucho de Florido en el que cada cinco años alguien aparece asesinado a hachazos. De hecho, las víctimas siempre son turistas que se alojan en el mismo motel escogido por Al. A pesar de los avisos de una camarera para que abandonen el lugar, y de la hostilidad de los paisanos, Al insiste en que sus vacaciones son la única época del año en la que puede hacer lo que le da la real gana y se niega a marcharse.
Leer másEl motel de Poppy II
Al y Peggy se ven atacados en mitad de la noche por un lunático con un cuchillo. ¿Será el temido asesino de Dumpwater? Todo así lo indica. Los Bundy se deciden por fin a abandonar el pueblo, pero alguien les ha rajado las ruedas del coche... La trama se enmaraña aún más; el único puente de acceso a la localidad ha sido arrastrado por la riada y nadie puede salir ni entrar. Por si eso fuera poco, Peggy ha sido raptada y lo más posible es que esté en manos del maníaco del hacha.
Leer másSi yo fuera rico
Al pasa a recoger a Steve por el banco en el que trabaja, y aprovecha para darse un garbeo por la caja fuerte para jugar con el dinero. Al día siguiente, el banco denuncia la desaparición de un millón de dólares y Bundy es el principal sospechoso. Aunque Al niega haber robado la suma, nadie le cree. Aprovechando la codicia de su familia, Al consigue que todos cumplan incluso el menor de sus deseos informándoles de que si tuviera el dinero nunca lo compartiría con gente que le trata tan miserablemente como ellos lo hacen.
Leer másBuck puede hacerlo
Al deja sin reparar un agujero en la valla de su patio trasero y Buck, el perro de los Bundy, aprovecha para escaparse cada dos por tres y dejar preñadas a la mayor parte de las perras del barrio. Cuando uno de los vecinos amenaza con demandar a los Bundy por negligencia, dado que si hubieran arreglado la valla podrían haber evitado que Buck montase a su caniche de competición, Steve sugiere que la solución podría ser castrar a Buck, pero Al se niega en redondo.
Leer másLas chicas quieren divertirse I
Marcy se enfada con Steve porque este se dedica a comerse con los ojos a una hermosa reparadora de neveras en compañía de Al y se va de marcha con Peggy, que la lleva a un local de striptease masculino. Aunque al principio le parece inmoral que todos los bailarines conozcan a Peg por su nombre de pila, Marcy acaba animándose a depositar dólares en las entrepiernas de los muchachos con tanto fervor que acaba por perder su anillo de casada en los calzoncillos de un exótico stripper llamado Zorro.
Leer másLas chicas quieren divertirse II
Marcy se enfada con Steve porque este se dedica a comerse con los ojos a una hermosa reparadora de neveras en compañía de Al y se va de marcha con Peggy, que la lleva a un local de striptease masculino. Aunque al principio le parece inmoral que todos los bailarines conozcan a Peg por su nombre de pila, Marcy acaba animándose a depositar dólares en las entrepiernas de los muchachos con tanto fervor que acaba por perder su anillo de casada en los calzoncillos de un exótico stripper llamado Zorro.
Leer más¿Por quien doblan las campanas?
Al se niega a pagar una desorbitada factura telefónica, por lo que la compañía corta la línea de la familia Bundy, dejándoles prácticamente incomunicados. Los vecinos y amigos de la familia se enfadan con Al.
Leer másNacido para caminar
Al ha cometido tantas infracciones que ahora debe someterse a un examen para renovar su carnet de conducir. La humillación es suprema al suspenderlo precisamente el mismo día que Kelly se examina y aprueba. Tras recibir una nueva multa por conducir sin carnet, Al queda indefenso y sometido a las dos mujeres de la familia, Peg y Kelly, que aprovechan el hecho de que ahora son las únicas que pueden conducir para hacer de las suyas.
Leer másCampeonato de bolos
Los Bundy se encuentran en la bolera con Mimi, la sempiterna rival de Peggy en el instituto. Rápidamente, ambas vuelven a las andadas y Mimi propone dirimir sus diferencias mediante una competición de bolos entre sus respectivas familias. Peggy acepta de inmediato, sin pararse a pensar que los Bundy son terribles jugadores. Afortunadamente, a Steve no se le da nada mal, por lo que rápidamente Peggy le convierte en un Bundy honorario.
Leer másEl filo de la navaja
Steve se va cinco días con unos amigos a descender un río en canoa. Con el objetivo de evitar que intente llevársela a la cama nada más regresar, Marcy decide prepararle una fiesta de bienvenida en casa de los Bundy. Steve regresa exhibiendo una poblada barba fruto de su estancia. Cuando Marcy le indica que no le queda nada bien, Steve asegura que le gusta mucho su nuevo look y que no piensa volver a afeitarse. Al día siguiente, Steve se muda a vivir a casa de los Bundy.
Leer más¿Como se deletrea venganza?
El hijo de un antiguo novio rechazado por Peggy en el instituto, sale ahora con Kelly y la exige que se tatúe su nombre en un lugar visible para demostrar su amor. ¿Será una venganza por ese "Peggy" que adorna el brazo de su padre? Por otra parte, Al y Bud intentan echar a Peggy de su equipo de softball y reemplazarla por Kelly, ya que de otra manera no parecen tener la más mínima esperanza de ganar un solo partido.
Leer másAngel terrenal
Peggy y sus amigas se quejan de la escasa fogosidad de sus maridos. Poco sospechan que Bud va a cambiar la vida sexual del vecindario al invitar a pasar unos días en su casa a Tiffany, una hipersexy muchacha en ruta hacia Nueva York. Y es que la presencia de Tiffany ha convertido a Al en una máquina de hacer el amor. ¡Peggy nunca había estado tan bien atendida! Incluso los vecinos acuden cada tarde a observar cómo Tiffany hace sus ejercicios de aerobic para luego correr a encerrarse con sus mujeres en sus respectivas casas. La única que no está contenta con esta situación es Marcy, ya que Steve también se ve atraído por Tiffany, pero no por su físico, sino por su inteligencia, lo cual es mucho más peligroso, claro.
Leer másNochebuena
Al está enfadado porque acaban de abrir un nuevo centro comercial en la ciudad, y está perdiendo a la mayoría de sus clientes, por lo que este año se quedará sin paga de Navidad. ¡Lo peor es que incluso Peggy va a comprar allí ahora! Por si fuera poco, el nuevo centro comercial recurre a estratagemas publicitarias como la de hacer saltar a un tipo disfrazado de Santa Claus en paracaídas. Lamentablemente, un fuerte golpe de aire echa a perder el salto y el tipo se estrella en el jardín de los Bundy.
Leer másChicos y chicas
Peggy y Al creen que la afición de Bud por tomarle el pelo a su hermana es excesiva y que ha de buscarse un nuevo hobby. Al y Steve se decantan por el coleccionismo de cromos de baseball, al que se aplican con más interés que el mismo Bud. Irritadas por el infantilismo de sus esposos, Marcy y Peggy empiezan a reflexionar sobre sus intereses. Marcy no acaba de creerse que la muñeca barbie no fuese una parte integral de la infancia de Peggy y ambas se disponen a eliminar esta "laguna cultural" sacando del armario todos sus viejos juguetes...
Leer más¿Como construir una ratonera?
Un ratón se ha instalado en el sótano de los Bundy, pero Al se niega a pagar el dinero que le costaría un exterminador profesional y se muestra decidido a acabar con él personalmente. Sin emargo, el ratón es más duro de lo que parecía. De hecho, hasta Buck, el perro de la familia, ha de ser llevado al veterinario tras salir malparado de un encontronazo con el astuto roedor, que escapa invariablemente de todas las trampas que le van poniendo Al y Steve.
Leer másDominar las posibilidades
El banco de los Bundy comete un error y les envía una tarjeta de crédito a nombre de... ¡Buck Bundy! ¡El perro! Ni cortos ni perezosos, Al y Peggy aprovechan la nueva tarjeta para comprarse regalos y pagarse una noche en un hotel de lujo.
Leer másPeggy quiere a Al, si,si,si
Se acerca San Valentín, pero Peggy está harta de recibir siempre los mismos regalos. Este año lo único que quiere es que Al le diga las palabras mágicas: "Te quiero". Sin embargo, va a resultarle bastante difícil conseguirlo. Por otra parte, Kelly llega a casa con un saco lleno de cartas de amor de sus múltiples admiradores, entre las cuales se ha colado por error una para Bud, que está convencido de que no se trata sino de una broma de su hermana.
Leer másLa gran evasion
Bud consigue una cita con una chica invitándola a un concierto. Sin embargo, su hermana, encargada de comprar las entradas, se gasta el dinero en pases para ella y una amiga suya. Bud decide vengarse. Enseñando a sus padres las notas que Kelly había intentado mantener ocultas, Bud consigue que castiguen a su hermana la noche del concierto. Sin embargo, esta se niega a darle las entradas y se dispone a escapar como sea.
Leer másConsejo de amigo
Steve se ha comprado un nuevo Mercedes, y le ha cogido tanto cariño que no deja que nadie se le acerque, ni siquiera Marcy, que tiene prohibido conducirlo. Sin embargo, Peggy la convence para que no se deje avasallar y salga a dar un paseo con el coche. Marcy no sólo hace caso a Peggy, sino que además abolla el Mercedes al chocar contra una boca de riego. Steve no sólo está devastado, sino que el disgusto le ha provocado impotencia y es incapaz de responder a los avances con los que Marcy intenta compensar el accidente.
Leer másRecien casados con hijos
El cartero comete un error y deja en casa de los Bundy una carta para Steve y Marcy. Se trata de una invitación para participar en un concurso de la televisión. Al y Peggy deciden vengarse del mal trato que les están dando sus vecinos haciéndose pasar por ellos. Curiosamente, el concurso consiste en que cada miembro de la pareja inflija tanto daño al otro como sea posible. Evidentemente, los demás concursantes no son rivales para Peggy y Al.
Leer másEl filon de papa
Por primera vez en su vida, Al tiene suerte con las apuestas en las carreras de caballos y regresa a casa habiendo ganado 1.250 dólares. Ahora el dilema es: ¿dónde esconder el dinero para que Peggy no lo encuentre?
Leer másSe queda en familia
Al se lleva el disgusto de su vida al enterarse de que la familia de Peggy va a llegar de un momento a otro para pasar unos días de visita en su casa. Ya es muy tarde para negarse a ello, pero Al jura que esta vez nadie va a conseguir hacerle sentir incómodo en su casa. Poco imaginaba él que iba a terminar mediando en la disputa entre las tres hermanas mellizas de Peggy, ya que una de ellas quiere casarse, rompiendo así el trío musical que durante tantos años han formado juntas.
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