Riley decide gastar una broma a todos como venganza por todas las que le han hecho a ella.

Ben se pone de mal humor a medida que se acercan las Navidades, así que desea que las fiestas no existieran. Lo que no esperaba es que se cumpliera su deseo.

Ben empieza a pensar que Riley puede estar enamorada de Danny, así que piensa un plan para averiguar la verdad.

Danny vuelve al ex de Bonnie, Brad, en busca de ayuda, ya que no quiere que la pandilla sepa qué pasó con Paris y Georgia.

Se revela el secreto de Danny.

Danny se las arregla para conseguir un cameo en Hospital General. Tucker y Ben organizan un funeral por Bonnie.

Ben y Danny apuestan quién de ellos va a ser capaz de encontrar primero a un chico para Bonnie.

En un intento de animar a Tucker, Ben y Danny deciden localizar a una antigua novia de Tucker de la universidad.

Los marines llegan a la ciudad y Ben y Tucker pretenden hacer pasar por uno de ellos para conocer a chicas.

Danny se topa con un secreto de familia mientras prepara una fiesta de cumpleaños para Bonnie con Ben, Riley y Tucker.

Bonnie y su antiguo novio Brad compiten por tener la lista más larga de ligues.

Después de hacerse un lío de su confesión a Danny, Riley se retira a casa de sus padres para esconderse.

La niñera de Emma se siente poco valorado, así que decide hacer huelga, obligando a Ben a llevarse a la pequeñas al trabajo.

Ben y Riley deciden jugar a un juego en el que el primer que ligue con alguien, gana. Riley se fija en Ross, un chico guapo, alto y moreno. Ben, por su parte, pone su atención en Jessica.

Tucker debe comparecer ante un tribunal en respuesta a una demanda que presentó contra una empresa de construcción, por lo que contrata a Riley para ser su abogado. Cuando la empresa ofrece a Tucker un trato, Riley se niega a aceptarlo.

Estalla la guerra Wheeler, una batalla deportiva en la que si Ben, Danny y Tucker pierden, van a tener que alejarse de Ross.

Ben lleva a Emma a su viejo pediatra para un chequeo y tiene que admitir que no le han hecho un examen físico en años.

Riley organiza una fiesta para conocer a los amigos de Ross, algo que él no apoya.

Bonnie tiene un importante e interesante trabajo para Ben, Riley, Danny y Tucker que les hace reflexionar sobre el estado de sus vidas. Riley, mientras tanto, cree estar enamorada tanto de Ben como de Danny.

Bonnie nombra a Riley su dama de honor y quiere que le prepare una buena despedida de soltera. Brad, por su parte, se lo pide a Danny. Mientras tanto, Tucker cuenta a todos que se va a una convención cuando en realidad viaja a Las Vegas.

Bonnie está muy feliz porque su día está al caer, pero descubre que el organizador de su boda la ha dejado. Mientras tanto, Tucker asume la tarea de organizar los preparativos. Charlotte, por su parte, intenta echar una mano pero no hace más que empeorar las cosas.