Han pasado dos años desde el día en que los Pulseras se despidieron de Lleó y el grupo se deshizo. Hoy, por fin, le darán el alta definitiva después de tantos años en el hospital. Roc, el único Pulsera que quedaba con él, ha vuelto a Andorra con su familia. Por su parte, Toni ahora es ayudante del hospital. Trabaja en la planta infantil con un grupo de niños que son fans de los Pulseras y les cuenta sus aventuras. El día termina de la peor manera posible: la Dra. Andrade le comunica a Lleó que aún no podrá abandonar el hospital.

Lleó está hundido porque no le han dado el alta. Ni siquiera puede estar con su nueva compañera de habitación, Rym, una chica enferma de cáncer. Mientras tanto, Jordi intenta hacer su vida normal fuera del hospital, evitando cualquier contacto con los "Pulseras". Pero un día recibe la visita inesperada de un buen amigo del hospital que no piensa dejarlo solo hasta que vuelva a ser el Jordi de antes. Toni se entera de que hoy sería el cumpleaños de Ignasi e intenta reunir a los "Pulseras" en el cementerio donde está enterrado.

Llega el día de la operación de Rym. Pero cuando Lleó se entera de que Benito está en la UVI por un ataque al corazón, se le va corriendo para estar a su lado. Toni y Roc le explican a los niños fans de los "Pulseras" cómo ayudar a una chica que estaba en coma. Pero esta vez no fue Toni quien se contactó con ella, sino Roc. Cris sufre una crisis de ansiedad, cuando Víctor, su novio actual, le propone ir a vivir juntos, y vuelve a ingresar en el hospital. Al final del día le comunican a Lleó que la operación de corazón del Benito no ha salido nada bien.

Lleó le hace compañía a Benito, que le cuenta que, cuando era un muchacho, formó un grupo con sus hermanos semejante a los "Pulseras Rojas". Pero la muerte de la madre lo cambió todo. Debido a esto, Benito se había ido de casa abandonando a su padre y a sus hermanos, algo de lo que se ha arrepentido toda la vida. Benito empeora y lo trasladan a otra sala, a la espera de un desenlace inminente. Benito le pide a Lleó que vuelva a juntar a los "Pulseras" y que busque el único hermano suyo que aún está vivo y le pida perdón. Lleó le promete que lo hará.

Lleó va a hacerse una biopsia y coincide con Jordi. Poco a poco, ambos se vuelven a acercar, a pesar de la tensión inicial. Entre Cris y Eva, su compañera de habitación, también hay mucha tensión. Toni encuentra la llave de un coche entre las cosas de Benito. Con la ayuda de los niños localizan el coche y encuentran una de sus canciones favoritas. Deciden que la harán sonar para decirle adiós. Todos los "Pulseras" presencian la emotiva despedida de Benito. Es un golpe muy duro para el grupo, pero, de alguna manera, Benito, una vez más, consigue volver a unirlos.

Lleó quiere que los "Pulseras" vuelvan a ser el grupo que eran hace dos años, tal como se lo prometió a Benito. Pero Jordi no quiere saber nada, porque está convencido de que pronto se irá del hospital. Lleó descubre que Cris vuelve a estar ingresada y la cita a una reunión de los "Pulseras". Antes de la reunión, Lleó se envuelve con Rym. Cuando Cris se entera, se derrumba y confiesa a Eva que siempre ha estado enamorada de Lleó, que no ama a su novio, Víctor, y que su vida es un desastre. Por la noche, Cris decide huir de todo aquello que la agobia.

Cris está muy grave debido a su intento de fuga. Lleó se queda muy tocado y todos los Pulseras se reúnen en la UVI para estar junto a Cris. Incluso Roc le pide a su madre volver a Barcelona para estar todos juntos. Mientras tanto, la madre de Ignasi tiene una grave complicación durante su embarazo y Jordi, a petición de su amigo del hospital, la apoya. Mientras Cris se debate entre la vida y la muerte, una nueva vida nace en el hospital. Esta es una noche vital para todos los Pulseras. Sólo si son capaces de mantenerse unidos podrán enfrentarse con la situación.

Los "Pulseras" se dividirán en dos grupos para apoyar a Cris, que aún se recupera, y también a Jordi, al que están a punto de operar. Cris necesita reaccionar y, uno por uno, los "Pulseras" hablan con ella para intentar animarla. También acompañan a Jordi para apoyarle en la operación. Mientras tanto, Toni tiene una sorpresa: Àlex, la niña que él creía que era un ángel, vuelve al hospital.

Algunos "Pulseras" tienen ronda de quimio y hoy tendremos un compañero inesperado: un preso custodiado por la policía que también tiene cáncer y con quien compartirán la sesión. Pero el preso tiene pensado fugarse y reduce el policía que lo custodia. A punta de pistola, secuestra los pacientes de la sala de quimio y avisa a la policía: si no le facilitan un vehículo para huir, los matará a todos. Mientras tanto, Dani, Mariona y Lucas se comen, sin saberlo, un pastel con un ingrediente especial que les anima a organizar un plan muy arriesgado para liberar a sus amigos.

Lleó está a punto de cumplir 18 años y también se acerca el segundo aniversario de la muerte del Ignasi. Los "Pulseras" deciden celebrarlo haciendo un baile de graduación. Todos deberán ir con pareja. Antes del baile, a Jordi le dan el alta y se le ocurre un plan para que los "Pulseras" puedan estar juntos una vez fuera del hospital: ha encontrado un piso donde podrán vivir todos juntos. Mientras tanto, Lleó va a buscar los resultados de su último TAC. En medio de su desazón, aparece Àlex, la niña ángel, que le hace una propuesta sorprendente.

Àlex hace un regalo de cumpleaños a Lleó muy especial: le muestra cómo habría sido su vida si no hubiera estado nunca enfermo. Lleó recupera la pierna, el pelo y la salud ..., pero también se da cuenta de que, si no fuera por el cáncer, no habría conocido nunca a Benito, ni a los "Pulseras" ..., y sus vidas habrían sido muy diferentes. Lleó debe decidir si se queda con esta nueva vida, la vida que siempre ha deseado, libre de enfermedades y aparentemente feliz, o si vuelve a su vida de siempre, en el hospital, con sus amigos y también con su enfermedad.

Lleó le explica a los "Pulseras" que ha tomado la decisión de pasar de la enfermedad. Necesita sentirse libre, marcharse lejos del hospital y no volver más. Los "Pulseras" deciden que no pueden dejarlo solo. Deben acompañar a Lleó en este viaje e intentar convencerlo de que necesita volver al hospital para tratar de curarse. Cada uno de los "Pulseras" se despide de sus familiares y Lleó finalmente acepta que sus amigos lo acompañen en este viaje.

Los "Pulseras" se van a Canet de Mar, donde vivía Lleó. Quiere pasar por su casa y recoger algunas cosas. Pero sabe también que deberá enfrentarse con su padre, que desde que ingresó en el hospital no ha ido a verlo ni un solo día. Después todos se van al puerto para coger un barco hacia Mallorca, donde Lleó debe cumplir la promesa que le hizo a Benito. Cris se escapa del hospital para tratar de llegar a tiempo al puerto y embarcar con sus amigos. Una vez juntos, tendrán que convencer a Lleó para que vuelva al hospital.

Los "Pulseras" se recuperan de la gran fiesta de la noche anterior en el hotel de Mallorca. Han intentado hablar con Lleó pero él está decidido a no volver nunca más al hospital, pase lo que pase.