Tras una aparatosa tormenta, han dejado de funcionar todos los sistemas de navegación.

Julia rastrea las ondas de radio en busca de algún superviviente. El capitán, tiene claro que Julia sabe más de lo que parece.

El Capitán intenta, mantener la rutina en el barco, pero un avión de pasajeros se estrella contra el agua y hay que recuperar las cajas negras.

Julia intenta transmitir algo de esperanza tiene que haber tierra en algún sitio. Hacen un inventario y encuentran una caja del Ministerio que la doctora no tiene apuntada en su lista.

Más de 40.000 aves agotadas y hambrientas se dirigen hacia el barco. De la Cuadra reprocha al capitán el comportamiento de Ainhoa. Palomares quiere crear una capilla.

El hambre hace mella en el carácter y la paciencia de alumnos y profesores y las protestas no tardan en llegar. Gamboa aprovechará la oportunidad para proponer unas elecciones. Según la doctora Wilson, los océanos se están ajustando tras el cataclismo.

Son las 9 de la mañana no entra luz por las ventanas, sólo hay oscuridad. Ainhoa va al cuarto de Ulises para agradecerle que salvara.

De la Cuadra y el Capitán han conseguido encontrar de nuevo el barco. Enseguida notarán que algo no va bien en el pequeño yate de recreo. Burbuja se ha dado un fuerte golpe en la cabeza que ha traído consigo viejos recuerdos.

Burbuja divisa una espesa niebla, no trae consigo humedad y devuelve el eco, como si se tratara de una pared. Gamboa decide abandonar el barco utilizando una de las balsas de salvamento.

Gamboa continúa desparecido y todos le dan por muerto. La temperatura en el barco no para de subir y el calor empieza a hacerse insoportable para la tripulación.

Burbuja ha encontrado un viejo diario. Se trata del cuaderno de bitácora del primer capitán que tuvo el Estrella Polar, el barco no tiene 30 camarotes como viene en los mapas, sino 31.

Esperando un milagro, todos los móviles comienzan a sonar indicando unas coordenadas. El Estrella Polar acude al radar pero allí no hay nada.