El detective Poole está aprendiendo a lidiar con el clima tropical y el ambiente relajado de Saint Marie, pero cada día sigue representando un reto para él. Cuando el dueño de una antigua plantación de azúcar, Roger Seymour, es descubierto con un machete en la espalda, Poole y su equipo afrontarán un caso aparentemente imposible de resolver.

Un cuerpo es encontrado flotando en la piscina de una lujosa clínica de estética; se presenta un caso complejo para el equipo del detective Poole. Todo apunta a un suicidio –la víctima estaba pasando por un divorcio difícil y el equipo encuentra un frasco de pastillas vacío en su habitación-, pero Richard no se conforma con esa hipótesis. ¿Cómo pudo la víctima haberse ahogado a sí misma? ¿Y por qué, antes de morir, iba a hacerse una taza del té más caro del mundo para solo beberse la mitad?

En la isla donde se encuentra enterrado el tesoro de unos legendarios piratas, un grupo de cazatesoros, aparentemente inofensivos, se sorprenden al encontrar el cuerpo del geólogo Ian Parks, asesinado brutalmente en la tienda del líder del grupo, Daniel Morgan. Con un arma homicida de 300 años de antigüedad y todos los miembros de la cuadrilla como sospechosos, el equipo de Poole tendrá mucho camino que recorrer.

Camille queda destrozada cuando su mejor amiga, Aimee, cantante en un barco de fiestas caribeñas, se derrumba en pleno escenario en medio de una noche de música y cócteles. Incapaz de respirar, Aimee fallece sorprendentemente en los brazos de Camille.

Parece haber sido envenenada.

Encuentran a una turista inglesa muerta en su chalet de lujo, estrangulada con su propia bufanda. Todo indica que pudo ser víctima de un robo mal perpetrado.

Sin embargo, el astuto Richard se fija en que la situación es muy similar a un caso del que oyó hablar en su última vuelta a Londres.

Los isleños de Saint Marie se preparan para proteger sus casas ante la inminente llegada del huracán Irma. Mientras todo el mundo busca refugio, el equipo de Poole debe acudir a la escena de un asesinato, el del joven meteorólogo Leo Downs. El lugar parece haber sido preparado para dar la sensación de que la muerte hubiera sido un accidente provocado por el huracán.

Tras oírse un disparo en una gala de recaudación de fondos para la beneficencia, el anfitrión Malcolm Powell es encontrado muerto en su propio estudio. La asistente de Malcolm, Vicky, está segura de saber quién es el culpable, un misterioso hombre llamado Jack Roberts.

Roberts tenía una cita con Malcolm y fue visto al llegar y luego huir de la escena del crimen. Sin embargo, a Richard y a su equipo no les será nada fácil descubrir pistas sobre su paradero, ni encontrar sus motivos para cometer el crimen.