Como Tom Stratton, Sam tranquiliza a la mujer de Tom y le ayuda a evitar un parto prematuro. Para ello fue enviado, permitiéndole saltar a casa. Pero en vez de ir a casa, salta en el cuerpo de Tim Fox, un jugador de baseball durante el final de temporada de 1968. Según Al, Sam debe hacer un home-run para saltar.

Aunque el proyecto Salto Cuántico no está listo, Sam Beckett ignora las recomendaciones del supercomputador, se introduce en el acelerador y salta como Tom Stratton, un piloto del ejercito que está a punto de realizar un peligroso vuelo. Sam sufre de perdida de memoria parcial, pero es capaz de reconocer que no está en el lugar ni en la época correcta. Según su amigo y compañero Al, el cuál se le aparece como un holograma que sólo Sam puede ver, el salto ha ido mal y que para volver a saltar, Sam debe pilotar el X-2 a Mach 3, el cuál, según los datos, terminó en un accidente fatal.

En una pequeña universidad de Ohio, Sam es un profesor de inglés. Parece ser que Sam está allí para evitar que se case con una de sus estudiantes. Sin embargo se distrae cuando descubre que Donna, la mujer que le dejará plantado en el futuro, estudia en esa universidad.

Sam trata de solucionar los problemas de la infancia de Donna para evitar que le deje plantado.

Sam salta en el cuerpo de un boxeador que necesita ganar un combate para financiar la nueva capilla de un convento de monjas.

Sam salta dentro de un matón de la mafia que puede que no viva mucho ya que está enamorado de la novia del padrino. Por otra parte, el intento de traerlo a casa causa el apagón de 1965 en la costa este.

Como el chofer de color de una mujer del sur, Sam debe superar los prejuicios para evitar la muerte de una mujer de color.

Como un inadaptado de instituto, Sam tiene tres días para evitar la boda de su hermana con un bebedor. Para ello, sigue los consejos de Al y reta al futuro marido a una carrera para revelar su verdadera naturaleza.

Con un parecido razonable a Humphrey Bogart, Sam es Nick Allen, un investigador privado que tiene que buscar al asesino de su compañero.