Después de un accidente que involucra a su familia, el Det. Michael Britten vive en dos mundos: uno en el que su esposa sobrevive y otro en el que su hijo sobrevive.

La altura de un sospechoso se vuelve una pista importante en las dos realidades de Michael, y surgen alarmantes novedades del accidente de la familia Britten.

El hijo de Michael, Rex, es secuestrado por un criminal que busca venganza. Mientras, Hannah se enoja con Michael por perderse una ceremonia conmemorativa.

Kate, una de las antiguas niñeras de Rex, se destaca en casos que se extienden sobre los dos mundos de Michael.

Michael sale a la caza de un asesino en serie y se convierte en sospechoso, y Hannah considera la posibilidad de mudarse a Oregón para empezar de cero.

Mientras negocia con un hombre perturbado que ha tomado rehenes en un hospital de salud mental, Michael comienza a tener extrañas visiones de pingüinos.

Michael investiga un asesinato y un suicidio en sus diferentes mundos, y una misteriosa voz en un local de comida rápida le advierte que no se mude a Oregón.

Mientras ayuda a una pareja asociada con la mafia a ingresar en el programa de protección de testigos, Michael se prepara para su nueva vida en Oregón con Hannah.

Un juego de fútbol universitario de alto perfil tiene diferentes resultados en las dos realidades de Michael, pero ambos terminan en violencia y muerte.

Las pruebas en una realidad siembran dudas en un caso de asesinato en la otra realidad y, mientras se preparan para mudarse a Oregón, Michael y Hannah piden ayuda a Emma.

Michael se vuelve poco confiable cuando queda atascado en solo una de sus realidades. Mientras, Hannah intenta ayudar a Emma a hacer las paces con su familia.

Las dos realidades de Michael comienzan a unirse mientras trabaja para exponer a los conspiradores, quienes a su vez lo están buscando a él.