Tom Kane consolida su puesto como alcalde con una lujosa ceremonia que celebra la inauguración de una nuevas y modernas terminales en O,Hare. Tom Kane mira hacia el futuro, fijando su mirada en revivir un proyecto de viviendas subsidiadas. Mientras que su futuro político parece brillante, Kane continúa batallando por el control de su enfermedad.

Tom Kane utiliza la tragedia de su vida personal para continuar con su agenda política y en definitiva ganar control sobre su proyecto de viviendas subvencionadas. Kane intenta acercarse a su círculo íntimo fracturado por su asistente de alto rango Mona Fredricks, por lo que decide contratar al ambicioso pero novato Ian Todd.

Tom Kane se ha enamorado irremediablemente de su nueva asistente: Mona, quien además le embelesa a él en su pasión por el proyecto de viviendas subvencionadas. Ben Zajac y su esposa, Maggie, corren el riesgo de alienarse a sí mismos cuando deciden tomar las riendas de la campaña para gobernador del propio Zajac.

Kane da un giro profesional y trata de barrer la casa cuando saca el proyecto habitacional de la corrupción que azota a la ciudad entera. Su joven asistente, Ian, tiene un secreto amenazante que trata de esconder de Kane. Y Kane, por su parte, intenta reconectarse con su esposa Meredith y con su hija Emma. Pero sus intentos por crear una familia armoniosa son desastrosas.

Kane está fuera de control. Sus síntomas mentales alcanzan un punto de ebullición en el que ya no distingue entre la realidad y sus alucinaciones, lo que pone en peligro el control del Consejo Municipal. Aún así, Kane ordena un barrido de la corrupción y las detenciones de varios miembros de su propia maquinaria política. Además, Kitty O?Neil aplasta la campaña de Zajac.

Los movimientos de Kane en el proyecto de vivienda toman dimensiones de carácter violento y escalan hacia un estado de agitación, disturbios y saqueos. Chicago bulle y Kane, en secreto, busca tratamiento en una clínica alternativa donde su pasado le persigue. Y en ausencia de Kane, su esposa, Meredith, toma el papel de alcaldesa en funciones.

El tratamiento alternativo al que se sometió Kane parece que ha funcionado y de nuevo toma el control de su ciudad. Meredith también vuelve con toda su fuerza en su papel de primera dama de Chicago; pero pronto descubre la obsesión de Tom Kane por su ayudante: Mona. Kane debe remediar su percepción pública, incluso si eso significa hacer daño a un viejo amigo.

Tom Kane debe entrar a regañadientes en una alianza con un antiguo enemigo del Consejo Municipal llamado Alderman Ross, pero pronto se da cuenta de que deben emprenderse medidas mucho más serias para evitar la bancarrota del Ayuntamiento así como su puesto en Chicago.

A medida que las facultades mentales de Tom Kane se van deteriorando de manera obvia, el editor del Sentinel, Sam Miller, decide sacar una historia que definitivamente destruirá al alcalde. Sin embargo, la amenaza más grande de Kane es la alianza de Kitty con Doyle.