Mientras Gumball y Darwin se burlan de mamá y papá por ser viejos, les empieza a cambiar la voz. Intentan no prestarle atención, pero toda la gente con la que se cruzan repara en ese sonido nuevo e impredecible.

Sarah sigue a Gumball y a Darwin por todas partes con la esperanza de ganarse su amistad. Cuando Gumball le dice que se está portando como una acosadora, a ella le encanta la idea e intensifica la acción.

El nuevo entrenador ve cómo Jamie amedrenta a los demás niños durante el almuerzo, e interviene. Jamie se ve obligado a disculparse, para la incredulidad de todos.

Después de que papá les da a Gumball y a Darwin un abrazo especial, los niños se van a la escuela llenos de una virulenta cepa de alegría.

Después de rogarle y rogarle a su papá que les regalara un cachorro, a los niños los toma por sorpresa la tortuga que reciben.

El cuerpecito tostado de Anton se desintegra durante una clase de natación. Cuando Gumball y Darwin lo ven al día siguiente, como nuevo, se disponen a descubrir su secreto.

Cuando mamá le revela a Gumball que su verdadero nombre es Zach, Gumball adopta una personalidad cursi y molesta acorde al nombre.

Gumball está tan de mal humor que contagia a Darwin; los niños no paran de quejarse de todo. Sus constantes lamentos llaman la atención de la buena gente de Elmore.

Los Watterson se van de vacaciones en familia y están contando historias cuando se les descompone el auto en medio del desierto.

Gumball y Darwin descubren que diploma del director Brown está falsificado, pero él está decidido a hacerlos guardar el secreto.

Gumball y Darwin empiezan a notar algunas cosas extrañas en el colegio Elmore. Y llegan a la conclusión de que ha desaparecido Molly, aunque nadie más recuerde que existiera.

Después de un problema de salud, los niños deciden reunir al señor Robinson con su hijo.

Gumball enfrenta a Clayton por su supuesta téCartoon Networkica de presión en siete puntos para hacer estallar el corazón, creyendo que es otra de sus fábulas. Darwin y Gumball intervienen para ayudar a Clayton a empezar a aceptar la verdad.

Gumball cruza la calle sin mirar y el policía le llama la atención. Cuando Gumball se defiende, él le dice que hasta la falta más leve puede llevar a transgredir la ley.

Darwin comienza a estornudar a repetición y no puede parar. Los Watterson piensan que debe ser alérgico a algo. Tras probar algunas hipótesis, llegan a la conclusión de que es alérgico a la estupidez.

Es el día de la madre, y Gumball y Darwin descubren que tanto Tobías como Banana Joe prepararon una tarjeta que dice "La mejor mamá del mundo".

Mamá obliga a papá a ponerle contraseña a la computadora. La pregunta clave les indica que la contraseña es el nombre del favorito de papá.

Gumball y Darwin se ofenden cuando mamá les dice que son unos "desidiosos", después de que les explica qué significa, y prometen sacar la basura antes de que ella vuelva a casa.

Para una obra de teatro del colegio, Gumball debe besar a Penny. De los nervios, le da un cabezazo sin querer y le rompe el cascarón.

El director Brown les da a Gumball y a Darwin el hámster del colegio, Chris Morris, para que lo cuiden durante el fin de semana.

Cuando Darwin y Gumball se cuentan cómo sería un día perfecto para cada uno, Gumball confiesa que lo pasaría con Penny. Darwin se pone celoso y se propone hacer quedar mal a Penny, con la esperanza de distanciarlos.

Gumball recibe un correo electrónico de un fantasma estrafalario pero decide no prestarle atención y desoír el consejo de Darwin.

La abuela Jojo invitó a un novio a su cena de cumpleaños, pero a papá no le gusta nada y le prohíbe a la abuela que vuelva a ver a Louis jamás.

Los Watterson se quejan de que tuvieron un mal día y le piden una pizza a Larry. Cuando llaman para quejarse por la tardanza, es la gota que rebasa el vaso de Larry, que renuncia a su empleo.

Los habitantes de Elmore están deprimidos porque Navidad y Año Nuevo ya pasaron, así que Gumball y Anaís inventan una festividad nueva.

Durante la clase de biología, Gumball y Darwin están esperando que la mariposa salga de la crisálida.

En su casa desaparece una cosa tras otra, y Gumball y Darwin deben hallar al culpable.

Alan es tan bueno que Gumball se muere por hacerle perder los estribos. A pesar de que pone a toda la escuela en su contra, destruye su relación con Carmen y hasta vende a sus padres, Alan sigue comprensivo y feliz.

Anaís organiza una fiesta pero no viene nadie, porque no tiene amigos ni habilidad para lo social. Gumball y Darwin la ayudan a inventar un amigo imaginario que, para su sorpresa, se les aparece frente a ellos.

Gumball, Darwin y Anaís descubren que la mamá de Banana Joe pinta cuadros que predicen el futuro. Cuando encuentran uno que muestra a Gumball corriendo desnudo por el centro comercial, Gumball resuelve que no va a permitir que pase eso.

Después de que el señor Pequeño muestra un video de salud y seguridad en clase, Darwin se obsesiona con la idea de cuidar a los Watterson.

A Gumball las cosas no le salen muy bien en el colegio, así que llega a la conclusión de que tiene que haber una Sociedad Secreta que les da trato preferencial a sus miembros.

Gumball y Darwin se gastaron toda su mesada, así que tendrán que esperar al otro fin de semana para ver la película de terror más espantosa del año.

Gumball y Darwin apagan el despertador demasiadas veces y pierden el autobús escolar, y la señorita Simian amenazó con expulsarlos si no llegan a horario a la escuela.

Gumball y Darwin descubren que tienen en su casa a un invitado no querido.

Gumball tiene una tristeza difícil de quitar. Se resiste a ir a dormir porque está de mal humor. Cuando su familia intenta animarlo, Gumball desea que todos desaparezcan e, inexplicablemente, su deseo se hace realidad.

Gumball se pone celoso cuando Darwin descubre un talento musical oculto... y podría no ser el único.

Los Watterson se quedan sin dinero y se enfrentan a un dilema: estar en bancarrota o traicionar sus principios.

Para impresionar a la madre de un niño que tiene una cita de juegos con Anaís, Nicole forzará a toda la familia a actuar con estilo.