Mientras lleva adelante su curso de instrucción, la agente Annie Walker se sorprende con la noticia de que será incorporada a un caso, dentro de un grupo de investigación de la CIA.

Mientras corre detrás de casos de poca monta en la División de Protección Doméstica, Annie recibe una información que puede ser vital para los Estados Unidos: una célula activa de un grupo armado irlandés busca silenciar testigos.

Con su inexperiencia a cuestas, Annie tiene una nueva misión: ganar la confianza de Diego, un estudiante venezolano, para seguir la pista de un político corrupto de su país. Cuando el caso se cierra, ella no sabe cómo resolver la situación.

Cuando un rastrillaje en Zurich sale mal, Annie queda varada junto a un peligroso agente del Mossad en esa ciudad. Mientras tanto, sus compañeros investigan una fuga de datos de la CIA y desconfían de la novata.

Con la noticia del posible arribo de un cargamento de armas de la mano del traficante Hasaan Waleed, Annie es enviada a buscar a Christopher McAuley, un exagente de la CIA que puede tener el dato preciso para encontrar al delincuente.

Con la cabeza dividida en dos preocupaciones muy distintas, Annie enfrenta una investigación sobre una potencial fuga de seguridad en el Comité de Inteligencia del Senado, mientras descubre que su cuñado, Michael, engaña a Danielle.

Cuando Annie pensaba que ya no volvería a reencontrarlo, Ben Mercer está de vuelta en su vida. Después de una compra sospechosa en una subasta de arte, la agente de la CIA se encontrará con quien ya no deseaba ver.

Johnny Rahimi llega a Toronto para una conferencia. Pero su amor por el cine estadounidense lo lleva a cometer la locura de robar datos y buscar la manera de sortear la frontera hacia los Estados Unidos.

Annie es enviada a Londres para una tarea de infiltración en un grupo de contrabandistas, mientras los jefes de la CIA se revolucionan alterando la cadena de mando.

Lo que menos esperaba Annie era encontrarse con su pasado de una manera tan directa dentro de su trabajo: su nueva misión la lleva, de la mano de Ben Mercer, a un rescate en Sri Lanka.