Te presento a Charley Boorman y Ewan McGregor. La pareja se conoció en el plató de "El Beso de la Serpiente" y desde entonces han forjado una firme y duradera amistad. Ahora cumplen su sueño: conducir sus motos por todo el mundo.

Ewan y Charley empiezan a trazar su ruta, hablando de los países que formarán su "Larga Vuelta al Mundo".

Viajando a través de Europa, Ewan McGregor y Charley Boorman se dirigen a Eslovaquia, pero la odisea de los muchachos en moto está a punto de tener problemas. Los originales de sus documentos de propiedad del vehículo son esenciales (sus fotocopias no servirán); una vez que esto se resuelva, Charley accidentalmente rocía a Ewan en los ojos con gasolina! Una visita a una mina de carbón es seguida por un corto salto a Rusia y un viaje a bordo de un ferry con destino a Kazajstán.

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Ewan y Charley están en el camino hacia Kazajstán. Se dan cuenta que tanto el terreno como la gente han cambiado. En la frontera son recibidos por un comité de bienvenida. Casi inmediatamente se encuentran con los horribles caminos que han estado temiendo. Claudio (el camarógrafo) cae primero. Más tarde, Ewan admite que tiene miedo de caerse y que está nervioso por los malos caminos. El segundo gran problema de Ewan y Charley son las constantes escoltas policiales: lo último que quieren. Un ligero momento filmando una manada de gigantescos camellos lanudos se vuelve rápidamente pesado. Un Ewan y un Charley de aspecto muy nervioso cuentan cómo un hombre en un coche les apuntó con un arma. Otra escolta policial lleva a los chicos a un desvío al lado de la carretera lleno de más coches de policía y cámaras de televisión. Ewan está confundido y molesto. Un policía ofrece su casa como lugar de descanso.

Una mala caída y más problemas mecánicos de Ewan McGregor y Charley Boorman mientras su odisea en motos continúa. Después de reagruparse para evaluar los daños, se dirigen a Ulan Bator y se les lleva a un tour subterráneo por las alcantarillas de la capital mongola. Luego viajan de vuelta a Rusia y a Siberia, donde se les informa de un tramo de carretera realmente malo por delante. A regañadientes deciden dejar que un tren se encargue de la carga.

Siguiendo adelante a pesar de muchos contratiempos, Ewan y Charley se sumergen en la rica cultura y sus animos se elevan por la belleza y la amabilidad del pueblo de Mongolia. Saben que el Camino de los Huesos en Siberia (construido por los prisioneros de Stalin) está por delante y seguramente los pondrá a prueba aún más.

Ewan y Charley se ocupan de la vida silvestre en Alaska y luego cruzan la frontera con Canadá y se dirigen a la región del Yukón. Se encuentran con los bomberos que combaten los incendios forestales y un galés que los lleva en su avión para ver un glaciar. Después de una visita al parque de atracciones de Calgary, Ewan casi resulta herido cuando un conductor imprudente causa un accidente casi mortal.