Frank, el padre de Dennis y Dee, aparece de repente. Esto asusta a Dennis, que accidentalmente atropella a Charlie con su coche.

Un extraño visitante llega una tarde al bar. Se trata de un empresario israelí que ha comprado el bloque de al lado y que, además, afirma que la mitad del local es suyo. Los chicos deciden buscar asistencia legal para solucionar la situación, aunque todo se complica cada vez más.

Dennis y Dee dejan de trabajar para dedicarse a vivir del desempleo y el bienestar de los parados. Por su parte, Mac y Charlie ven a Frank como una figura paterna más que como uno más.

La madre de Dennis y Dee, Barbara, está en la ciudad. En su desesperación por poner celoso a su exmarido Frank comienza una relación con Mac. Esto pone en peligro su amistad con sus hijos, ya que ellos no entienden cómo puede estar saliendo con uno de sus mejores amigos.

Cuando Dee es abandonada por los chicos decide meterse en el mundo del boxeo y elige a Frank como entrenador.

Tras ser arrestados, toda la pandilla tiene que hacer trabajos para la comunidad. Durante este tiempo, Frank intenta llevarse mejor con Dennis, mientras que Charlie tiene que acudir a reuniones de Alcohólicos Anónimos, donde aprende nuevos trucos para seducir a la camarera.

Los chicos descubren que hay una mancha en la pared que se asemeja a la silueta de la virgen María. Motivo por el cual, los chicos quieren explotar el milagro del que son testigos.

Desde la llegada de Frank las cosas ya no son iguales en el grupo de amigos. Este ha embaucado a Dennis con sus ideas políticas y ha conseguido que quiera comenzar una carrera como político, aunque no todo será tan fácil como él espera.

El grupo de amigos parece estar atravesando un extraño momento familiar. Dee ha comenzado a recibir extraños emails de un desconocido que afirma ser su padre, mientras que Mac está dispuesto a visitar la prisión en la que su progenitor está recluido.