Hori comienza a recordar muchos de los momentos vividos con Miyamura y sus amigos en el instituto, entre ellos el viaje escolar que hicieron juntos a Kioto.

Se acerca el festival deportivo y tanto Miyamura como Sengoku están deprimidos ante la idea. Además, Sengoku demuestra junto a Remi sus nulas dotes para la cocina.

Llegó el día del festival deportivo y Miyamura está dispuesto a esforzarse al máximo gracias a los ánimos de Hori.

La familia de Hori ha puesto un brasero en casa y todos se quedan atrapados cuando se duermen a la vez bajo el mismo.

Iura es muy sobreprotector con su hermana pequeña y se niega a que vaya a casa el chico que le gusta. Sin embargo, la situación se vuelve más confusa cuando se conocen.

Los chicos organizan una fiesta para dormir todos juntos en casa de Sengoku. Sin embargo, ven que todos no caben en la misma habitación, así que tendrán que pensar en cómo hacerlo para poder pasar la noche.

Sakura mantiene en secreto su afición... hasta que Yanagi la descubre. Gracias a ello, los dos comienzan a pasar más tiempo juntos, a pesar de lo que digan los demás.

Todos adoran a Yanagi y quieren pasar más tiempo con él. A Sengoku le preocupa que con él sea más formal que con los demás y cree que no le considera su amigo.

El profesor Yasuda mantiene una relación extraña con sus alumnos, mientras que la profesora Terajima intenta llevarlo por el buen camino.

Hori cada vez está más celosa con la relación de Miyamura con los demás chicos, lo que hace que se enfade con él constantemente y siempre estén peleados.

Se acerca San Valentín y Remi convence a Hori para que le prepare chocolate a Miyamura, aunque ella teme no estar a la altura por sus antecedentes con la repostería.

Los días en el instituto llegan a su fin y Hori imagina cómo habría sido todo si no hubiera coincidido por casualidad con Miyamura.