El grupo del Héroe ha derrotado al Rey Demonio y sus miembros se separan para seguir con sus vidas, aunque entre ellos está Frieren, la elfa maga, cuya vida será mucho más larga que las de sus compañeros.

Frieren acude a visitar al sacerdote Heiter y ayuda a entrenar a Fern, su discípula, aunque le pide algo muy particular con respecto a ella.

Frieren y Fern se separan para ir de compras. Curiosa por el comportamiento sospechoso de su maestra, Fern decide seguir a Frieren a escondidas.

Frieren y Fern ayudan a limpiar la costa. Frieren se reencuentra con Eisen, que le hace una petición.

Antes de cruzar las montañas, Frieren y Fern oyen el rumor de que unos fantasmas están atacando a la gente de la zona. Fern decide ayudar.

Stark decide colaborar con Frieren y Fern para derrotar al dragón que acecha la aldea. El aprendiz de Eisen muestra su determinación.

Frieren, Fern y Stark llegan a Eng en su travesía por las tierras del norte, donde se topan con demonios, aparentemente en son de paz.

Encerrada en el calabozo de la ciudad, Frieren recibe la visita de un verdugo de Lügner con hostiles intenciones. Es el momento de que Frieren demuestre su poder si quiere evitar una catástrofe en el pueblo.

Tras salir airosa del primer encuentro contra los demonios, Frieren se dirige a la comandante de los demonios y una antigua conocida: Aura, la Guillotina.

Tras derrotar a Aura, Frieren, Fern y Stark parten hacia el norte, donde les espera un crudo invierno.

Para refugiarse de las inclemencias del tiempo, el grupo de Frieren, Fern y Stark se refugian en la Aldea de la Espada, el pueblo que custodia la Espada del Héroe.

Un cuestionable sacerdote con sueños de aventurero se cruza en el camino de Frieren, Fern y Stark.

La relación entre Fern y Stark se tambalea un poco debido a un regalo de cumpleaños que no llega a tiempo.

El grupo de Frieren llega a una aldea en la que todos sus habitantes están dormidos. ¿Qué les ha ocurrido?

Frieren, Fern y Stark llegan a Eng en su travesía por los Países del Norte, donde se topan con demonios, aparentemente en son de paz.

De camino a Äußerst, el grupo de aventureros queda varado en las montañas por una prolongada ventisca. Allí, Sein tomará una decisión sobre su búsqueda personal.

Llegados a Äußerst, para poder avanzar hacia la altiplanicie norte, Fern propone examinarse para obtener la licencia de hechicera de primer grado, pero Frieren no está del todo de acuerdo.

Comienza el Examen de Selección de Hechiceros de Primer Grado en una zona hostil en la que hay que atrapar a un stille, un pequeño pájaro tremendamente hábil y escurridizo. La discordia y las triquiñuelas entre grupos están servidas.

A medida que la primera parte del Examen de Selección avanza, los grupos comienzan a tenderse trampas para robarse el stille y pasar la prueba.

Frieren se enfrenta a Denken mientras Lawine y Kanne enfrentan a Richter. El grupo de Frieren parece tener desventaja, pero Frieren no ha desvelado todas sus cartas.

Terminada la primera prueba, los aspirantes tienen un momento de receso fuera del campo de batalla.

Sense presenta lo que aparenta ser una sencilla segunda prueba: llegar al fondo de un laberinto en un tiempo límite.

En la segunda prueba se revela la presencia de copias perfectas de los propios candidatos, lo que plantea un poético reto de autosuperación.

Para enfrentar la copia de Frieren, Fern revela un punto débil fatal de su maestra. Tal vez así el grupo tenga una posibilidad de llegar a la bóveda del tesoro y completar la segunda prueba.

Mientras que Fern y Frieren unen fuerzas para enfrentarse a la copia de Frieren, el resto del grupo intenta frenar el avance de las demás copias.

Superada la segunda prueba, los aprobados esperan la tercera y última prueba de manos de la archimaga Serie.

Serie continúa examinando a los aspirantes del Examen de Selección de Hechiceros de Primer Grado en la tercera y última prueba, tras la cual, Frieren, Fern y Stark deberán proseguir su viaje.