Tras perder la vida a causa de una enfermedad, a un joven llamado Hiraku Machio un dios le concede su deseo y se reencarna en otro mundo, pero se despierta en medio de un profundo bosque. No tiene agua, ni comida, ni un lugar donde dormir, y lo único en lo que puede confiar es en el poder de su «cuerpo sano» y la «herramienta agrícola omnipotente» que le ha dado el dios. Aun así, lucha por iniciar de algún modo una vida autosuficiente, caminando a diestro y siniestro por el bosque que se extiende hasta donde alcanza la vista.

Hiraku desarrolla su vida en el bosque, mediante ensayo y error, en la agricultura, la construcción y la fabricación de artículos de primera necesidad. Su casa se convierte en el hogar de Kuro, Yuki y sus hijos, dos bestias mágicas parecidas a lobos que conoce en el bosque, y Zabuton, una araña gigante que manipula hilos y teje telas y a la que le encanta coser. Finalmente, han pasado unos meses desde que Hiraku empezó a vivir en el bosque. Llega el invierno al otro mundo, y él sigue viviendo encerrado en su cabaña bajo la nieve. Debido a sus experiencias en una vida anterior, desea llevar una vida tranquila, evitando la interacción social, pero un día, cuando empieza a sentirse algo solo, se produce un encuentro aún más peculiar.

Hiraku conoce a la princesa vampiro Lu y empiezan a vivir juntos. Mientras transcurren los días, ampliando sus campos y plantando árboles frutales, aparece Tia, una mujer de la tribu de los ángeles, que dice haber estado persiguiendo a Lu. Según Tia, han puesto una recompensa por la cabeza de Lu. La vida de Hiraku se anima cada vez más a medida que unas altas elfas, dirigidas por su líder Lea, que habían estado vagando por el bosque, se unen a ellos, y la vida de Hiraku se desarrolla con nuevas habilidades como la herrería, la construcción y la fabricación de pan.

A partir de un río que se encuentra en el bosque, se completa un canal que lleva agua a la casa de Hiraku y compañeros. Hiraku se propone utilizar los conocimientos adquiridos en su vida anterior para cultivar arroz y construir una casa de baños comunal. Aunque el arroz puede cultivarse con la ayuda de la herramienta agrícola omnipotente, su cultivo es un proceso que requiere mucha mano de obra. Junto con los residentes, que ponen los ojos en blanco ante la idea de cultivar arroz, prueban el arroz blanco. Y después de embarrarse con el trabajo del campo, llega la hora del baño. En este mundo, los baños de agua caliente parecen ser una rareza, así que Hiraku decide hacer una demostración de cómo usar los baños también. Mientras tanto, Kuro recuerda la época anterior a conocer a Hiraku mientras observa cómo el número de habitantes aumenta uno tras otro.

Gracias a las habilidades de construcción de Lea y las demás altas elfas, el nuevo hogar de Hiraku y compañeros está terminado. Mientras tanto, Hiraku acepta el reto de cocinar un nuevo plato. Los habitantes quedan sorprendidos por la complejidad y el inesperado sabor de un curry elaborado con especias cultivadas en los campos. Y para prepararse para el próximo invierno, Hiraku hace uso de su versátil herramienta agrícola para crear entretenimiento: se juega al reversi, al ajedrez, al mahjong, a los bolos y así disfrutan de un agradable retiro invernal.

La amenaza del ataque de un wyvern se cierne de repente sobre su pacífica vida. Hiraku demuestra un nuevo poder de su herramienta agrícola omnipotente, que desconocía hasta entonces. Y de nuevo llegan nuevos visitantes: la prima de Lu, Flora, seguidoras de Flora y sirvientas de la tribu de los ogros. Además, Tia trae consigo a sus subordinados, ángeles y hombres lagarto, y el número de habitantes sigue aumentando. También se vislumbran nuevos retos, como el de elaborar sake y la investigación de Flora sobre los alimentos fermentados. Un día, tras reunir a los representantes de los habitantes, Hiraku hace una propuesta.

Una persona que dice ser un mensajero del Rey Demonio aparece en la ya bautizada Aldea del Gran Árbol. Hiraku, ahora alcalde de la aldea, se queda perplejo, pero intenta afrontar la situación con decisión. El siguiente en visitar la aldea es un dragón gigante, Dryme, y sus seguidores. Les dice que ha venido a saludarles como vecinos, pero ¿cuáles son sus intenciones? Hiraku valora la importancia de la diplomacia con otras aldeas y países. Tras debatir con los habitantes cómo debe responder la aldea con los visitantes, son abordados por un grupo de hombres bestia que han llegado de más allá del bosque. ¿Son mensajeros pacíficos, o guardan intenciones siniestras? Mientras ofrecen su hospitalidad como invitados, Hiraku y los habitantes de la aldea intentan descubrir las verdaderas intenciones de la otra parte.

Las mujeres bestia procedentes de Pueblo Aullador, por alguna razón, estaban asustadas al llegar, pero poco a poco se acostumbran a la vida en la aldea. Siguen disfrutando de sus días despreocupados, con Hiraku cazando y cocinando bestias mágicas gigantes y Flora desarrollando nuevos condimentos, mientras unos enanos ancianos que llegan a la aldea empiezan a fabricar su especialidad: el licor. Pero, un día, unos dragones desconocidos llegan volando a la Aldea del Gran Árbol y se desata un enfrentamiento en los cielos. Esto hace que Hiraku se alarme, pero al final resulta que son la hija del Dryme, Lastismoon, y su esposa Graffaloon. La familia de dragones tienen algunas disputas internas pero se reconcilian y se marchan, salvo Lasty, a la que se le ordena quedarse un tiempo. Y entonces aparece Flowrem, hija de Berzel, el representante del reino, en misión encubierta de reconocimiento...

Berzel avisa a su hija Flourem de los inquietantes acontecimientos en el Reino Demoníaco: la hija del Rey Demonio, la Princesa Yuri, y sus descerebradas amigachas de la nobleza, planean enviar soldados a la aldea del Gran Árbol. Al oír esto, Flourem idea un plan. Como resultado, Yuri y las hijas de los nobles deciden quedarse en la aldea. Al principio están asustadas, pero acaban acostumbrándose por completo a la encantadora vida de la aldea. Un nuevo grupo de elfas de montaña se une a ellos, y el pueblo se vuelve cada vez más animado. Un día, mientras continúa la apacible vida en la aldea, se enteran de que ha caído enferma Lu, y se preocupan por ella.

El Pueblo del Gran Árbol se llena de alegría cuando se descubre que Lu está embarazada. Después de un tiempo, Hiraku pasa sus días como jefe de la aldea mientras cuida a Lu, que tiene hambre. El siguiente visitante es un hombre misterioso que aparece en el pueblo en secreto y continúa postrándose ante la estatua de Dios tallada por Hiraku. Su verdadera identidad era Vulgreif, el progenitor de los vampiros, que se enteró de que Lu espera un hijo.

Los residentes del pueblo están emocionados porque finalmente se acerca el parto de Lu. El Pueblo del Gran Árbol está tan animado como de costumbre, con todos preparando regalos de cortesía y también comenzando a abstenerse de beber en solidaridad con Lu, que está embarazada y no puede beber. El día del nacimiento, las mujeres y las sirvientas se apresuran a ayudar, pero Hiraku no puede evitar sentirse inquieto.