El agente federal Raylan Givens continúa la búsqueda de Boyd Crowder. Al mismo tiempo, debe ocuparse de otro caso. Por eso, el policía se encontrará cara a cara con un viejo enemigo de la familia.

Raylan Givens incauta un envío de mercancías ilegales. En su investigación acaba descubriendo que tiene más trabajo por delante: el jefe del clan Crowder está de vuelta.

Mientras Raylan Givens intenta evitar una guerra de mafias en Harlan, el hermano de Rachel, un ex convicto, huirá de todo y de todos para estar con su hijo de 12 años. Y eso puede ser muy peligroso para ambos.

Un episodio aislado hace que Raylan sospeche que la familia Bennett tuvo algo que ver con la desaparición de Walt McCready; Boyd está dispuesto a colaborar en un atraco arriesgado y planificado.

Un ex convicto con una enfermedad terminal decide atacar un importante banco. Art y Raylan deben encontrarlo antes de que otro criminal lo ayude y sus planes se hagan realidad.

Ava se salva por poco de un francotirador. Por ello, Givens decide tomarla bajo su protección. Pero lo que el agente federal no se da cuenta es que el verdadero objetivo del tiroteo era él mismo.

Raylan debe cuidar la seguridad del vicepresidente de una importante empresa. Pero al intentar protegerla de los macabros planes de la familia Bennett, pone en riesgo su propia vida.

Una alianza muy peligrosa está a punto de materializarse: Mags Bennett y Boyd Crowder idean un plan de negocios que podría poner en peligro la vida de Loretta McCready, hija del desaparecido Walt.

Mientras Rylan intenta ayudar a Winona a superar su divorcio, se acerca más a la joven Loretta McCready. La niña ahora sabe la verdad sobre el destino de su padre. Mientras tanto, el hijo de Mags Bennett asume un papel importante en los planes criminales de la familia.

Raylan y Winona son atacados por misteriosos francotiradores. Mientras es buscado por agentes federales, el ayudante del alguacil investiga el caso por su cuenta. Esto lo pondrá cara a cara con Mags Bennett.

Llevar al asesino de Helen ante la justicia es la principal preocupación del agente federal Raylan Givens. Mientras tanto, la guerra entre los Bennett y los Crowders por el dominio de Harlan llega a su clímax.

En medio de la sangrienta guerra entre los Bennett y los Crowder por el dominio sobre Harlan, Loretta McCready interviene con sus propios motivos para matar, y Raylan debe hacer algo al respecto.