John Luther vuelve al trabajo tras su suspensión para investigar la muerte de los padres de una niña prodigio. Pronto se hará evidente que la hija es la responsable, pero el reto de Luther será demostrarlo.

Un hombre armado está asesinando a policías y advierte de que habrá más muertes si no se cumplen todas sus condiciones. Mientras tanto, Alice Morgan amenaza con contar la verdad sobre el arresto de Henry Madsen.

Luther sospecha que detrás del secuestro de una mujer se encuentra un escritor. Intentará resolver el caso examinando paralelismos con antiguos casos en los que el escritor estuvo implicado pero por los que nunca fue inculpado.

Un asesino en serie ha matado ya a cuatro jóvenes, pero no existe una conexión clara entre él y las víctimas. Luther intentará distanciarse de Alice. Madsen despierta del coma.

Luther es acusado de asesinato. Planea robar las pruebas incriminatorias y sacar a la luz lo corrupto que puede llegar a ser Reed, pero sólo conseguirá inculparse todavía más. Desesperado, Luther deberá recurrir a Mark y confiar en Alice Morgan.