A medida que el equipo de asalto intenta poner fin a una guerra racial entre negros y mexicanos, Dutch y Claudette investigan un motín en una escuela secundaria que también se deriva de las tensiones raciales.

La lealtad de Lem a Vic se pone a prueba cuando es interrogado por el teniente Kavanaugh y Aceveda sobre el pasado oscuro del equipo de asalto. Vic y el resto del equipo deben detener a un asesino de varios jóvenes. Sin embargo no consiguen encontrar a un testigo que declare en su contra.

Mientras el equipo de Vic planea cual va a ser su próximo paso en relación con la investigación de Asuntos Internos, Tina debe infiltrarse para resolver una operación de trata de blancas.

Vic descubre que Emolia ha sido quien les ha delatado e intenta persuadirle para que no declare contra ellos. Mientras, Claudette deberá investigar un caso en el que una joven embarazada es brutalmente asesinada.

Emolia está arrepentida por haber delatado a Vic y a los chicos y decide no testificar en su contra. Una nueva droga está acabando con la vida de muchos individuos así que el grupo de asalto se pone rápidamente a investigar la procedencia de la misma.

Kavanaugh se establece en la oficina de Billings. En la calle, el equipo de asalto está preocupado por la violencia de pandillas que implica a un narcotraficante blanco. Mientras tanto, una camisa ensangrentada reabre un caso sin resolver de Claudette y Dutch.

Un agente de asuntos internos aparece en la comisaria para investigar los trapos sucios de Vic y los chicos.

Vic y su equipo van tras la pista de una banda de salvadoreños que está sembrando el pánico en la ciudad lanzando granadas.

Con Lemnasky entre rejas, Vic y sus hombres hacen todo lo posible para conseguir dinero para la fianza.

Cuando Kavanaugh cree que está apunto de pillar a toda la banda de Vic, Lemansky cierra un trato para librar a sus amigos de la cárcel.