Tras el desastre aéreo de Albuquerque, Skyler obliga a Walt a mudarse, mientras la estadía de Jesse en rehabilitación lo ayuda a aceptar su rol en el fatal choque aéreo.

Skyler está decidida a divorciarse, y Walt acaba en la mira de dos asesinos de un cártel mexicano que buscan venganza.

Jesse se cuestiona volver al negocio de las drogas ya que una organización de narcotraficantes espera con ansias vengar la muerte de uno de sus miembros.

Mientras el romance de Skyler con su jefe crea caos en su matrimonio, un lote de metanfetamina que devuelve a Jesse al negocio involucra inadvertidamente a Walt.

Walt considera una oferta para regresar al narcotráfico; la obsesión de Hank por atrapar a "Heisenberg" trae problemas para Jesse.

Walt vuelve al narcotráfico en el laboratorio de Gus, pero el descubrimiento de su vieja casa rodante lo fuerza a él y a Jesse a actuar para que Hank no los descubra.

Hank, enojado, arriesga su carrera al atacar a Jesse; Walt, preocupado de que Jesse hable, le da un lugar en su laboratorio.

Mientras Hank se aferra a la vida, Walt descubre que los matones pueden estar tras él y busca alejarse de los problemas tomando a Jesse como compañero.

Al retomar la producción junto a Walt, Jesse piensa cómo aumentar las ganancias; la recuperación de Hank pone a Marie en una situación difícil con la compañía de seguros.

Walt y Jesse se enfrentan a una larga noche en el laboratorio... y a una fastidiosa mosca.

Hank no está contento con su recuperación; Skyler cuestiona el negocio de lavado de dinero de Saul, y Jesse se enamora de una compañera de rehabilitación.

Jesse va tras los narcos que mataron a Combo, Hank se niega a dejar el hospital y Skyler presiona a Walt para que acepte el negocio de lavado de dinero.

Luego de liquidar a dos traficantes de su jefe, Walt se da cuenta de que Gus planea matarlo y reemplazarlo con su anterior asistente.