Traumatizada por una tragedia que sigue atormentándola, Jin Se-kyung jura proteger a sus seres queridos y vengarse de los culpables de su sufrimiento.

Kang In-a sospecha que Se-kyung está implicada en el último asesinato y le da el toque. Pero mientras Se-kyung planea su próximo paso, una visita inesperada le sorprende.

Los amigos de Ha Yun-sang celebran su repentino regreso. Mientras tanto, Se-kyung se da cuenta de que la están vigilando.

Se-kyung le habla a In-a sobre las amenazas que ha recibido. Después, las dos se embarcan en una peligrosa misión para encontrar al criminal.

A pesar de su reciente victoria, Se-kyung teme que el asunto no haya acabado ahí. Yu-sang recibe una enigmática propuesta relacionada con importantes figuras desaparecidas.

Unos disturbios durante la misa conmemorativa desatan el caos en la iglesia y provocan cada vez más críticas y preguntas sobre el paradero del padre Baek.

Se-kyung averigua más cosas sobre un misterioso centro de formación y le ruega a In-a que lo investigue. Pronto descubren que el edificio alberga oscuros secretos.

Tras la redada, el grupo tropieza con la oposición de las autoridades, pero descubren más detalles inquietantes sobre las actividades del padre Baek.

Se-kyung y Yun-sang finalmente se enfrentan al padre Baek que, a su vez, les plantea un dilema. Se-kyung se ve obligada a hacerle una difícil petición a Yun-sang.

El día de la evacuación, Se-kyung y compañía urden un plan para poner a salvo a los niños. Sin embargo, a medida que el avión se acerca, el caos aumenta.

Tras aceptar su destino, todos intentan seguir adelante con sus vidas. Pero acaban sufriendo la cruda y triste realidad de sus últimos días en la Tierra.