Cuando Lidia, la mayor del disfuncional clan Finley-Cullen regresa a casa desde Nueva York para el funeral de su tía, toda su vida se derrumba en un fin de semana.

El Goat Roast anual está aquí: una fiesta de amor libre, saludar al primer amanecer de verano, completa con una cabra devoradora de pecados.

Las secuelas del Goddessfest encuentran a Rhian en pie de guerra, todavía tambaleándose por la pérdida de su dedo y la revelación de que su esposo Terry ha estado durmiendo con su hermana Nora.

Lidia está en su punto más bajo. Su matrimonio terminó, Eleanor y Finn la odian, se siente responsable de la desaparición de Moonshine y, lo que es peor, ¡no ha retocado sus raíces en semanas!.

El amor no está en el aire y no es solo porque Moonshine esté organizando una boda con temática pirata completa con una chuppa adornada con sirenas y una novia y un novio desaparecidos.

El Moonshine está acabado, con un pozo séptico y facturas que pagar, lo que los obliga a cerrar sus puertas por primera vez en 40 años.

Después de que Bea le admite a Lidia que ha estado orquestando un lanzamiento de drogas, Lidia está fuera. Al menos ahora puede regresar a la ciudad de Nueva York sin sentirse culpable.