A cinco años de la muerte de varios inocentes en una escuela local, un brutal crimen reúne nuevamente al comisario Benitez, el ex policía Renzo Márquez y la psiquiatra Laura Santini. Al tiempo que una lápida signa el destino de quien "nunca debió".

Tras la muerte de Benitez; Renzo y Martin deciden trabajar juntos. Sus investigaciones los conducen directamente hacia el padre de uno de los chicos fallecidos durante el incidente de la escuela. Laura se verá forzada a reunirse con Renzo. Una antigua deuda inspirará el próximo epitafio, anticipando el fatal destino de quien "negó lo justo".

Intentando descifrar la identidad del asesino, Renzo y Martin siguen el rastro de uno de los posibles culpables. Mientras, el destino de quien "hizo del engaño un juego" será plasmado en un nuevo epitafio. Al final, Renzo estará muy cerca de su presa.

De vuelta en los almacenes, Renzo descubre información importante. Manuel acude nuevamente al consultorio de Laura. Mientras, aquél que "hizo de la curiosidad una obsesión" saciará la propia curiosidad del asesino. Durante una compleja operación policial, Renzo recibe ayuda inesperada. Al final, Laura y Renzo serán testigos de un sádico y mortal espectáculo.

Laura descubre nueva información sobre el asesino. Al mismo tiempo, la relación con su ex esposo se vuelve cada vez más tensa. Un nuevo epitafio, hallado junto al cuerpo de Lasky, predice la suerte de quien "ignoró que la desgracia atiende las veinticuatro horas". Laura creerá conocer la identidad de la próxima víctima. En un aeropuerto, Renzo, la víctima y el asesino estarán muy cerca.

Frustrado por lo sucedido en el aeropuerto, el asesino decide revelar su nombre a Laura y herir a Renzo donde más le duela. Un inesperado visitante llegará terriblemente herido a la casa de Renzo, mientras Martin recibe información que podría conducirlo al asesino. Al final, alguien que "vivió a destiempo" podría morir de la misma forma.

Luego de asegurarse de que la madre de Fernando no revele información a la policía, el asesino se concentra en corregir el único error que ha cometido hasta ahora. En un sótano, el repique de un teléfono podría acabar con la vida de "quien ignoró que la desgracia atiende las veinticuatro horas".

Tras su última visita al consultorio de Laura, Bruno decide cambiar su apariencia. A su vez, Laura toma una difícil decisión para proteger a Nico. En una funeraria, Renzo y Laura descubren nueva información sobre Bruno. Mientras, Bruno estará más cerca de Marina de lo que ella y todos creen.

Bruno se siente desconcertado al ver su foto en los diarios. Junto a una advertencia, Renzo recibe noticias de Marina. Tras la partida de Nico, Laura se prepara para marcharse lejos del país. Mientras se encuentra cautiva, Marina deberá luchar contra sus propios impulsos. Cuando el número de cadáveres aumente precipitadamente, Renzo tomará una drástica decisión.

Tras volver a la fuerza policial, Renzo encuentra un nuevo epitafio. Bruno visita la funeraria de su padre mientras la policía lo sigue muy de cerca. Marina revive su traumática experiencia junto a Bruno, experiencia relacionada al cuerpo de una anciana que yace en la morgue. Al mismo tiempo, Bruno se aproxima al final de su lista de víctimas.

Tras sacar a Marina del caso, Jiménez insiste en que ésta deje claro quién disparo a su madre. La angustia conducirá nuevamente a Marina hacia un viejo y mortal juego. Mientras Renzo y Marina intentan develar las debilidades de Bruno, éste usará la más profunda debilidad de sus adversarios para orquestar un meticuloso plan.

Mientras Bruno mantiene cautiva a Laura, Renzo es víctima de la desesperación. Una sesión de chat ofuscará a Bruno, quien no descansará hasta hacer sufrir a Renzo exactamente lo que él sufrió. Al final, en el lugar donde todo comenzó, Renzo intentará reescribir el final de esta historia.