Harto de perder en el juego Isla Melee, Rorro Pirrorro lleva a Johnny Test y al resto de la pandilla a una isla auténtica para alardear de sus habilidades de combate.

Susan y Mary le hacen un poquito de cirugía cerebral a Johnny para reajustar su actitud respecto a comer verduras.

Johnny y Duque se cuelan en un almacén de Enormazone. Entretanto, Susan y Mary sospechan algo siniestro de la asistente digital de casa.

Después de que una bibliotecaria hace callar a Johnny por ser tan ruidoso, sus hermanas y Duque se disponen a devolverle la voz.

Todos en el pueblo están fascinados con un nuevo videojuego de cacería de monstruos.... hasta que las criaturas se pasan al mundo real y amenazan con tomar el poder.

Para evitar que Johnny tenga que asistir al curso de verano, Susan, Mary y Duque se encogen y entran a su cerebro con el objetivo de estimularle la memoria.

Johnny y Duque intentan ayudar a Speed McCool, una estrella de cine caída en desgracia, mientras Susan y Mary se empeñan en crear las palomitas de microondas perfectas.

Johnny y Duque se desafían a pasar una noche en el recién construido —y ultraterrorífico— bosque del jardín.

Ansioso por tener la altura necesaria para subirse a un peligroso juego, Johnny les pide a sus hermanas gemelas que lo hagan crecer. Y ellas lo hacen... más o menos.

Para lograr entusiasmar a Johnny con las vacaciones familiares, Susan y Mary deciden ofrecerle un vistazo íntimo y personal de la antigua Roma.

La situación se sale de control rápidamente cuando Johnny intenta montar un modesto festival de música en su propio jardín.

Susan y Mary inventan una aplicación para cambiar caras, y Johnny y Duque están más que complacidos de ponerla a prueba.

Johnny y Duque liquidan cosas de Susan y Mary en una venta de jardín, sin sospechar que esa supuesta basura es, en realidad, un montón de armas muy potentes.

Después de arruinarles un día de spa a Susan, Mary y Duque, Johnny termina atrapado en una máscara que no puede quitarse, ¡y lo confunden con un luchador!

La madre de Johnny concertó una cita con un fotógrafo para que le haga un retrato a la familia, pero las cabelleras de Susan y Mary no están dispuestas a cooperar.

Johnny, Duque, Susan, Mary, Rorro Pirrorro y muchos otros se proponen resolver un laberinto de maíz lleno de trampas para ganarse un dulce premio.

A los señores White y Black les asignan una misión urgente, pero surge un problema relacionado con ovejas, experimentos y —como no podía ser de otra forma— Johnny Test.

Aburrido de vivir en el pueblo, Johnny les pide a sus ingeniosas hermanas que lo saquen de Porkbelly, un deseo que están más que complacidas de concederle.

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y la familia Test intenta superar las insoportablemente espectaculares luces decorativas de sus vecinos.