Mia Farrow relata su relación histórica con Woody Allen, una vez una figura paterna querida para sus siete hijos. Mientras que su hija adoptiva Dylan habla de la creciente incomodidad que sintió bajo la intensidad de la atención de Woody, que era una preocupación creciente para Mia.

Mientras Farrow y Allen ascienden en las filas como una pareja poderosa de Hollywood, su familia unida se ve destrozada por una sorprendente revelación sobre la relación de Woody con la hija de Mia, Soon-Yi. Dylan detalla las acusaciones de abuso que provocaron décadas de reacciones violentas y que cambiaron su vida para siempre.

Dylan y la familia intentan curarse después de una amarga batalla por la custodia de 1993. Décadas más tarde, mientras Woody continúa recibiendo elogios en Hollywood, el impulso del movimiento MeToo junto con el apoyo público de Ronan Farrow anima a Dylan a hacer pública su historia por primera vez.