Con dos botellas de champán, Ashley vuelve a casa lista para dar la bienvenida al nuevo año con Miles, su novio leal hasta la muerte desde hace 12 años y padre de su hijo Sean. Pero cuando da la vuelta a la esquina y se encuentra a la policía llevándose a Miles de su piso y metiéndolo en un coche patrulla, toda su vida da un vuelco.

Hoy dictan la sentencia de Miles. Mientras Ashley, Rainey y Trish esperan a la decisión del juez, la tensión es palpable. Cuando la maza resuena en la sala, el día de Ashley se ve inexorablemente abocado a la destrucción. Rainey va a comprar un cuento para Sean.

Sin su padre en casa, Sean empieza a estar fuera de control. Cuando Ashley tiene que tomar una decisión difícil como madre para educar a su hijo, Rainey y la familia Turner le enseñan la "regla de tres". Trish tiene un día muy, muy malo.

Ashley y Rainey empiezan a estrechar lazos con la marihuana de Miles. Earl recibe la visita de su agente de la condicional, que le comunica un nuevo requisito para su libertad. Janelle tiene una serie de citas desastrosas.

Ashley no se presenta al día de visita con Miles. Janelle la convence para ir de viaje juntas a la playa, convencida de que la ayudará a sobrellevar el trauma emocional de su situación. Trish y Jacque se autoinvitan. Ah, y Earl va a su primera entrevista de trabajo.

Ashley's struggle with how to tell Sean about Miles' incarceration is at a fever pitch, so she enlists the Miles in her head to figure out how to tell him.

Ashley brings the whole family to visitation to see Miles. Earl starts his first day of work at the ports but is hit with the red light special.