Cosgrove se une al detective Jalen Shaw para localizar al asesino de una niña.

Mientras se inicia la construcción del primer casino de la ciudad, Stabler investiga la muerte de un hombre cuya negativa a vender su casa ha paralizado la construcción. Dos nuevos detectives se unen a la unidad. Bell divide su enfoque entre el trabajo y su inminente divorcio.

Kenny visita al vendedor de ratas y el equipo se da cuenta de que su estado mental se está deteriorando. La ex pareja de Ayanna está decepcionada por las habilidades maternales de Ayanna. La esposa de Teddy Silas recurre a un investigador privado.

Con un sospechoso bajo custodia por el asesinato de Henry Cole, Reyes se infiltra en Rikers para obtener más información sobre él. Pearl y Teddy toman una decisión difícil para garantizar que la construcción del casino se mantenga según lo programado.

Mientras Stabler es llamado a testificar contra la hermandad en la corte, el equipo se fija en una peligrosa banda criminal que se hace pasar por policía.

Stabler tiene la misión de averiguar cómo los perpetradores están conectados con la policía de Nueva York. Reyes está decidido a poner entre rejas a los agresores de su pasado, aunque eso signifique ir en contra de las órdenes.

La unidad se infiltra para reventar una operación de joyería y se dan cuenta de que no es solo contrabando de oro. Un invitado inesperado del pasado de Stabler llega para ayudar a acabar con la operación y confrontar algunos sentimientos no resueltos.

Cuando Pearl cae misteriosamente enferma, el equipo se ve arrastrado de vuelta a la corrupción del primer desarrollo de casinos de Nueva York. Bell intenta evitar que surjan rumores cuando se debe tomar una decisión importante.

Momentos antes de cerrar la unidad, Robert Silas se ofrece a rendirse y cooperar con la policía. En su camino para encontrarse con él, la unidad se da cuenta de que no son los únicos que lo buscan.

Cuando un informante llega a Stabler desesperado en busca de ayuda, el equipo pone su mirada en una pandilla peligrosa que está dejando su huella en Nueva York. Bell conoce a su nuevo jefe.

Jamie conoce al jefe de la pandilla y Eliot impone a un traficante de drogas que se acerque a él. Sin embargo, la llegada de detectives de Miami complica la situación. Bell comienza a sospechar de Thurman.

El detective Stabler regresa a la policía de Nueva York para luchar contra el crimen organizado. No le será nada fácil, deberá adaptarse al nuevo sistema jurídico penal que cambió durante el tiempo que estuvo ausente.

Stabler y Teddy Silas traman un plan para convertir el club en un lugar indispensable para los tratos ilegales de Murphy. Jet desdibuja las líneas entre la vida real y su personaje encubierto. Bell intenta convencer a Thurman de que se tome en serio su investigación.

Cuando un miembro del equipo desaparece, Teddy aprovecha el caos para escapar. Bell obtiene una prueba clave en su caso contra Murphy.

Después de que secuestren a la hija del antiguo compañero marine de Stabler, el equipo deberá ayudar a resolver una peligrosa disputa entre dos bandas de motociclistas rivales envueltas en un plan mortal.

Cuando la recaudación de fondos de un candidato al concejo municipal termina en un intento de asesinato, Stabler hace que encontrar al culpable sea una prioridad. A pesar de las órdenes de Thurman, el capitán de la comisaría local se resiste a dejar que el equipo de Bell tome la iniciativa.

Un padre desesperado por encontrar a su hijo ayuda a Stabler a descubrir una siniestra operación de tráfico de personas. La investigación de Bell se ve socavada por un político de alto poder.

Cuando una redada de drogas sale mal, el grupo de trabajo descubre un siniestro esquema de robo dirigido a hombres homosexuales. Bell promete ayudar a un compañero oficial cuando sea víctima del plan.

El equipo se esfuerza por encontrar al grupo responsable de un intento de asesinato de un diplomático de la ONU. Whelan y Reyes encuentran una pista clave en las profundidades del sistema de túneles de la ciudad.

Los federales llaman a Bell y a Stabler cuando sospechan que un asesinato podría estar relacionado con una serie de robos a bancos. Cuando una coincidencia de ADN relaciona a un sospechoso con la coartada perfecta, el equipo lucha por presentar un caso en su contra.

Mientras el equipo y la UVE se acercan a un sospechoso insensible y desesperado, el fiscal federal envía a Stabler y Benson a la banca. Bell y Fin deben liderar al equipo en una tarea peligrosa. Rollins se enfrenta a un testigo que se niega a cooperar.