El detective Stabler debe infiltrarse en una familia criminal con el objetivo de hacerse cargo del comercio de cocaína de la ciudad de Nueva York.

La lealtad de Stabler se pone a prueba en el trabajo y nuevamente en casa cuando su madre aparece inesperadamente. Bell y Jet navegan por el grupo de trabajo conjunto recién establecido.

Mientras Jet entra al campo para asegurar la información necesaria para el equipo, Bell considera una propuesta del congresista Kilbride. Albi toma medidas drásticas para mantener un secreto a salvo mientras que Stabler y Benson expresan algunas quejas.

Stabler debe enfrentarse a las consecuencias de cruzar una línea peligrosa con Kosta. Bell y Jet diseñan un plan para obtener información de todas las organizaciones criminales de la ciudad mientras que Flutura presenta una invitación que es demasiado valiosa para rechazarla.

Stabler descubre el verdadero papel de Flutura en la empresa familiar; Bell le pide un favor a Kilbride para hacer avanzar su caso; Bernadette y Eli se adaptan a su nueva situación de vida.

Reggie es arrestado e informado de la identidad de Elliot y ahora debe decidir si coopera. El fiscal del distrito duda si utilizarlo a él o a Edmund Ross.

Un atentado mortal sacude a la policía de Nueva York y deja a varios sospechosos en el aire. Nova hace un gran descubrimiento.

Cuando Eli desaparece, Stabler le pide a Benson y al grupo de trabajo que lo ayuden a encontrar a su hijo; Wheatley considera su futuro.

Cuando un famoso ciberdelincuente escapa de una prisión de alta seguridad, Stabler deberá formar equipo con un informante poco fiable.

Cuando una serie de ciberataques paralizan la ciudad, Stabler está convencido de que Wheatley está involucrado. Bernadette recibe una visita no deseada.

Stabler le pide a Bell que lo respalde cuando los llamen para defender sus acciones. Jet y Malachi trabajan juntos para atrapar a Wheatley. Cho y Maldonado se infiltran para vigilar a Ángela.

El grupo debe correr para salvar vidas cuando la adquisición digital de Wheatley y McClane cambia a una serie de amenazas de bomba en la vida real.

Mientras un apagón continuo paraliza la ciudad, Stabler y Bell trabajan para mantenerse un paso por delante de Wheatley. Jet y Malachi reciben una ayuda poco probable.

El equipo de Bell investiga la conexión entre el congresista Kilbride y la Organización Marcy. Stabler hace nuevos amigos con un grupo de policías muy unidos. Nova recibe un ascenso justo cuando sus dos mundos comienzan a chocar.

El equipo investiga una conexión entre la Organización Marcy y el asesinato de un abogado y su cliente. Stabler se instala en su nueva asignación. Bell le recuerda a Nova para quién trabaja realmente.

Un nuevo ayudante del fiscal del distrito en el caso insta al grupo de trabajo a que entregue a un miembro de la hermandad para conseguir las pruebas que necesitan. Stabler debe aceptar el legado que le dejó su padre. Los mundos de Bell y Nova comienzan a superponerse en más de un sentido.

Mientras el grupo de trabajo realiza una detención crítica en el caso contra la Hermandad, la organización Marcy sube la apuesta con un peligroso envío de armas ilegales. Stabler busca la forma de ganarse el favor de Webb sin dejar de ser leal a Donnelly.

Cuando roban millones a uno de los empleados de Webb, éste reclama a Stabler y Donnelly que recuperen el dinero y castiguen al ladrón. El equipo aprovecha la oportunidad para atrapar tanto a Webb como a la Hermandad, pero se encuentra con un peligroso obstáculo. Bell debe enfrentarse a la carga que su trabajo está suponiendo para su matrimonio.

Cuando una niña de 9 años es secuestrada, Stabler y el equipo descubren que el caso estrá relacionado con la hermandad, por lo que deberán trabajar junto con Benson y la SVU para localizar a los culpables antes de que sea demasiado tarde.

Cuando el equipo descubre una amenaza contra la vida de Stabler, la presión se centra en reunir todas las pruebas para encerrar a Webb definitivamente. Donnelly da a la Hermandad una noticia sorprendente. Nova se ve obligada a tomar una medida drástica para mantener a su hermano a salvo.

Cuando Stabler se enfrenta a la verdad sobre su padre, sin saberlo, afecta a su situación con la Hermandad. El equipo trabaja para localizar a Webb. Donnelly no se detendrá ante nada para asegurarse de que no lo atrapen.