Samy desembarca en Bruselas al día siguiente de la votación del Brexit. Un joven asistente parlamentario recién contratado no conoce mucho de las instituciones europeas, pero confía en salirse con la suya gracias a su ingenio. Por torpeza, debe encargarse de redactar una enmienda sobre la pesca. Va a tomar las riendas de su destino, pero quizás no debería…

Samy tiene que convencer a Maurice, su consejero político. Le va a costar el amor de su vida y lo que le quedaba de dignidad.

Samy se pierde en los abismos de la teoría política, oscilando entre su fidelidad a la causa de los tiburones, la llamada de las sirenas de Ingeborg y Guido... y su propia cobardía. Mientras que Rose se forma en el oficio más antiguo del mundo: lobista.

Los votantes visitan el Parlamento y Samy se convierte en guía turístico. Sharon también está tratando de encontrar una solución a la cuestión de la frontera con Irlanda del Norte.

Samy, Rose y Torsten están organizando una conferencia para crear conciencia sobre la causa de los tiburones. Para atraer a la gente, necesitan un orador famoso. Una Comisaria danesa hace volcar el pequeño corazón de Samy.

La campaña está en pleno apogeo. Un activista americano llega al Parlamento para defender la causa... Positivo, hijastro, americano. Agotador.

Rose y Samy se encuentran encerrados en la oficina de Cornelius. El alcohol y las proteínas ayudan, las revelaciones son evidentes.

Estrasburgo. Samy tiene confianza. Ingeborg trama. Eamon vigila.

La votación sobre el 'finning'. La salida de Rose. Un puesto de salchichas. En fin, el gran final.